Sudán

Cinco manifestantes muertos tras represión

Cuatro murieron por disparos y una asfixiada por gases lacrimógenos en marcha contra el golpe de Estado del 25 de octubre.

Al menos cinco manifestantes murieron hoy durante la represión a unas protestas en Jartum y sus alrededores en rechazo al golpe de Estado militar del 25 de octubre.

Cuatro personas perdieron la vida al recibir disparos y la quinta falleció asfixiada por gases lacrimógenos, informó el Comité Central de Médicos sudaneses, como consecuencia de la represión por parte de las fuerzas de seguridad.

Desde el golpe del 25 de octubre, en total 20 manifestantes murieron y más de 300 resultaron heridos, según estos médicos, que añaden que el acceso de los heridos a los hospitales es "muy difícil", piden que la gente vaya a donar sangre e instan a otros profesionales sanitarios a brindarles ayuda.

Los manifestantes convocaron la protesta a través de mensajes de SMS con un llamado a salir a las calles en masa para restablecer el Gobierno civil y evitar una nueva "dictadura militar" en el país.

Como en cada demostración de fuerza de los manifestantes, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos a cientos de ellos en Omdurman, un suburbio ubicado al noroeste de la capital sudanesa, informó la agencia de noticias AFP.

Desde la mañana, soldados y paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) estaban desplegados en las calles de Jartum bloqueando los puentes que unen la capital con sus suburbios y controlando las principales rutas.

"No al poder militar" y "No hay vuelta atrás" son los principales eslóganes de las manifestaciones. Desde el golpe de Estado, las protestas dejaron 15 muertos y más de 300 heridos, según los médicos. El general Abdel Fattah Al Burhan, autor del golpe, nombró el jueves un nuevo Consejo Soberano, del que han sido excluidos los representantes del bloque que pide el traspaso de poder a los civiles. Este consejo se había creado tras la caída en 2019 del dictador Omar Al Bashir para supervisar la transición a la democracia, justamente bajo la presidencia del general Burhan.

Pero el 25 de octubre este militar disolvió todas las instituciones, declaró el estado de emergencia y detuvo a la mayoría de los dirigentes civiles del país. Con su número dos, el general Mohamed Hamdan Daglo, jefe de las poderosas Fuerzas de Apoyo Rápido, paramilitares acusados de abusos graves, se comprometieron a celebrar "elecciones libres y transparentes" en el verano de 2023.

Unas promesas que no han apaciguado a la oposición, perjudicada por cientos de detenciones que continuaron hoy, según los sindicatos y otras asociaciones pro-democracia.

Para Volker Perthes, emisario de Naciones Unidas en Sudán, la prioridad hoy es que "las fuerzas de seguridad ejerzan la máxima moderación y respeten la libertad de reunión y de expresión". El experto considera sin embargo que "el nombramiento unilateral del Consejo Soberano por parte del general Burhan hace mucho más difícil volver a los compromisos constitucionales" de 2019.

Desde el golpe de Estado, condenado por la comunidad internacional, Burhan suspendió varios artículos de la declaración constitucional que debía guiar la transición a unas elecciones libres.

Los reintrodujo el jueves, pero tras eliminar toda referencia a las Fuerzas de la Libertad y el Cambio (FFC), el bloque civil surgido de la revuelta que derrocó a Bashir en abril de 2019.

"Ahora que se ha producido el golpe, los militares quieren consolidar su control del poder", afirma Jonas Horner, investigador del International Crisis Group, mientras los medios de comunicación estatales anuncian cada día nuevas purgas.