Venecia está en peligro por el cambio climático
Lo alertó la Unesco.
La junta militar denunció que Francia planea intervenir mientras los países de la comunidad africana le dieron un ultimátum.
01/08/2023 - 00:00hs
La junta militar de Níger, que tomó el poder el miércoles pasado, denunció que el presidente que derrocaron, Mohamed Bazoum, había autorizado a Francia a atacar el palacio presidencial, donde está confinado, para que lo liberen. La tensión sigue escalando en el país ubicado al norte de Nigeria a una semana de la instauración de un gobierno de facto.
La junta militar, que ha confinado a Bazoum en el palacio presidencial desde el miércoles, ha advertido previamente contra los intentos extranjeros de extraerlo, afirmando que provocaría un derramamiento de sangre y el caos.
El coronel del ejército, Amadou Abdramane, uno de los golpistas, fue quien hizo estas declaraciones en la televisión estatal. Afirmó que la autorización había sido firmada por el ministro de Asuntos Exteriores de Níger, Hassoumi Massoudou, que actuaba como primer ministro.
Hasta ahora, Francia, excolonizador de Níger y de otros países de la región, se limitó a condenar el golpe y a pedir la restitución de Bazoum. Vale decir que los galos tienen tropas en la zona desde hace al menos una década con el pretexto de combatir la insurgencia islamista.
Por su parte, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao, por sus siglas en francés) repudió el golpe de Estado a través de un comunicado firmado por 11 de sus 15 miembros. Asimismo, le impusieron duras sanciones al país como el cese de todas las actividades comerciales y financieras, el congelamiento de sus activos y el cierre del espacio aéreo.
El presidente de Chad, Mahamat Idriss Deby, viajó a Níger el fin de semana para ayudar a mediar en la crisis y publicó fotos en las redes sociales en las que aparecía reunido con Bazoum y, por separado, con el líder golpista Abdourahamane Tiani, a quien la junta ha declarado jefe de Estado.
En el medio de este conflicto, las calles de Níger se llenaron de manifestantes en apoyo a la junta militar. Los golpistas marcharon con consignas nacionalistas y en rechazo de la influencia francesa en la zona. En este contexto, quemaron banderas del país europeo y atacaron la embajada ubicada en la ciudad de Niamey, capital de la nación africana.