Hubo récord de abstenciones en las elecciones.
El conservador Ebrahim Raisi ganó la elección presidencial iraní con el 61,9% de los votos, según los resultados definitivos difundidos, que dieron cuenta también que la participación fue del 48,8%, la más baja de la historia, tras el veto a la presentación de sus principales adversarios.
Las cifras fueron anunciadas por el ministro del Interior Abdolfazl Rahmani Fazli, un día después de celebrarse los comicios que definieron al sucesor del reformista de Hasan Rohani sin necesidad de una segunda vuelta.
“Con la bendición de Dios, haremos lo mejor para que la esperanza de un futuro viva ahora en el corazón de la gente crezca más”, dijo Raisi, y agregó que quería reforzar la confianza de la ciudadanía en el gobierno para una “vida brillante y agradable juntos”.