El presidente bielorruso viaja a Rusia para reunirse con Putin

En medio de las protestas contra su gobierno, Alexander Lukashenko viajará al balneario de Sochi para encontrarse con su homólogo ruso, Vladimir Putin.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que enfrenta desde hace un mes un movimiento de protesta sin precedentes en las calles contra su cuestionada reelección, viajará a Rusia el lunes para reunirse con su homólogo Vladimir Putin en Sochi.
Si bien en los últimos tiempos Lukashenko, en el poder desde 1994, acusó a su histórico aliado de “desestabilizar” a su país, desde que comenzaron las manifestaciones dio un giro de 180 grados y pidió a Rusia apoyo frente a lo que considera una maniobra occidental.

En un comunicado, el Kremlin precisó más tarde que el tema de la reunión será “el desarrollo futuro de la alianza estratégica” entre los dos países.

“Lukashenko no tiene ningún margen de maniobra, es completamente dependiente de Rusia”, explica el politólogo Konstantin Kalachev.

En cuanto al reforzamiento de los “vínculos políticos, económicos y militares”, el experto considera que el Kremlin intentará “unir a Bielorrusia y Rusia durante décadas, incluso siglos”.

Los dos países firmaron en 1997 el “Estado de la Unión”, un tratado que tiende a la unificación de ambas naciones y que por distintas tensiones políticas no se fue profundizando.
Tras el movimiento de protesta desde la elección presidencial del 9 de agosto, que Lukashenko dice haber ganado con el 80% de los votos, ha supuesto que Bielorrusia se presente ahora como el último escudo de Rusia ante las ambiciones occidentales.

En este contexto, el embajador ruso en Minsk, Dmitri Mezentsev, regaló el jueves pasado a Lukashenko un atlas del siglo XIX en el que Bielorrusia forma parte del imperio ruso.
En tanto, la oposición bielorrusa ha asegurado que su movimiento está dirigido contra Lukashenko y que no es ni antirruso ni pro-occidental.

La candidata opositora, Svetlana Tijanóvskaya, grabó un video dirigido a los rusos en el que asegura que la protesta “no ha sido en ningún momento una lucha contra Rusia”.
Se espera mañana una nueva gran manifestación de la oposición bielorrusa en Minsk, la quinta de este tipo.

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