El país ibérico es uno de los más golpeados por el coronavirus. Tiene cerca de 35.000 muertos y ya superó el millón de contagios.
Las autoridades regionales de España, con competencias en materia de salud, acentuaron la presión sobre el gobierno central para que les otorgue el derecho a imponer mayores restricciones ante el rebrote de contagios. Días después de que el país superara el millón de casos de coronavirus, exigen al presidente Pedro Sánchez que declare el estado de alarma a nivel nacional, para que cada comunidad pueda imponer toques de queda, como los que ya se aplican en otras naciones europeas.
Nueve de las diecisiete comunidades autónomas españolas pidieron esta medida, y el Ejecutivo anticipó que podría tomar una decisión durante una reunión extraordinaria. Por ley, el Ejecutivo puede imponer el estado de alarma durante quince días, pero necesita la aprobación del Parlamento para extenderlo.
Por otra parte, aunque el gobierno central no se opone a un toque de queda, estima que este régimen de excepción necesita la proclamación previa del estado de alarma, y pide para ello el acuerdo de todas las regiones.
Toques de queda
En Madrid, ayer finalizó el estado de alarma que el gobierno central decretó hace dos semanas para permitir su cierre perimetral.
Tras esta medida, entraron en vigor nuevas restricciones decididas por las autoridades madrileñas: se prohibieron todas las reuniones, públicas o privadas, entre personas no convivientes, en el horario comprendido entre medianoche y las seis de la mañana. Los bares y restaurantes deberán cerrar a las doce, y su capacidad máxima quedará restringida al 50% de la actual.
Por su parte, el presidente de la comunidad autónoma de Castilla y León no esperó a Pedro Sánchez para anunciar un toque de queda entre las 22 y las 6 a partir de este fin de semana. La región de Valencia y la ciudad de Granada dispusieron lo mismo (a partir de la 1 de hoy), medida que regirá hasta el 9 de diciembre.