Así lo aseguró el Papa Francisco en su última misa del año.
El papa Francisco denunció este viernes "la tentación del sálvese quien
pueda" que hubo en todo el mundo para afrontar la salida de la pandemia
de coronavirus, al participar en el Vaticano de la última celebración de
2021. "Esta época de pandemia ha aumentado la sensación de
desconcierto en todo el mundo", dijo el pontífice en su homilía durante
las denominadas Vísperas y Te Deum de agradecimiento por el año que
pasó. "Después de una primera fase de reacción, en la que nos
sentimos solidarios en el mismo barco, se extendió la tentación del
sálvese quien pueda", agregó el Papa. En su última homilía de
2021 y en la primera vez que se mostró con barbijo en la Basílica
vaticana, de todos modos, el Papa reconoció que el mundo luego
"reaccionó a tiempo, con sentido de responsabilidad".
En marzo de 2020, al inicio de la pandemia, Francisco rezó en soledad en
la Plaza San Pedro en una histórica oración en la que aseguró que
"nadie se salva solo" de la difusión del coronavirus, un lema que luego
utilizó para reclamar mayor equidad y justicia en el reparto global de
vacunas. Este año, en medio de la rápida suba de casos por la
variante Ómicron en toda Europa, el Vaticano decidió suspender la visita
del Papa al pesebre montado en el centro de la Plaza San Pedro "para
evitar aglomeraciones" que puedan disparar los contagios. Si
bien el Vaticano había confirmado pasado el mediodía italiano que sería
Francisco quien presidiría la celebración y más allá de que el pontífice
argentino leyó la homilía, la ceremonia fue encabezada por el cardenal
italiano Giovanni Battista Re, con Jorge Bergoglio sentado en una silla
cercana. En 2020 aquejado por una "dolorosa ciática", el
pontífice ya había debido suspender su participación en el Te Deum y fue
reemplazado por Re.