Estados Unidos dijo que le "preocupa" la formación del nuevo Gobierno, pero que lo juzgará por sus acciones.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dialogará hoy con sus pares de 20 países aliados sobre la situación de Afganistán tras el anuncio de la formación del nuevo Gobierno en el país asiático.
El diálogo será desde Alemania, país al que Blinken llegó ayer procedente de Qatar, donde visitó el principal centro de tránsito de refugiados afganos.
En Alemania recorrerá la base aérea norteamericana de Ramstein, por donde transitan también miles de evacuados de Afganistán y se reunirá con su par alemán, Heiko Maas, antes de la reunión virtual con otros ministros.
Estados Unidos desea incrementar los llamamientos internacionales para que los talibanes respeten su compromiso de permitir la salida de ciudadanos que quieran marcharse de Afganistán.
Las conversaciones podrían servir para coordinar una respuesta ante el Gobierno interino anunciado ayer, formado por talibanes de línea dura, sin mujeres, con un ministro de Interior buscado por Estados Unidos.
"Queremos obrar conjuntamente y de manera coordinada en la siguiente fase, sobre todo en lo referente a las relaciones con los nuevos dirigentes" de Afganistán, dijo hoy en un comunicado Maas.
"Queremos ver cómo lograr una manera de actuar común frente a los talibanes que también sirva a nuestros intereses: el respeto de los derechos humanos fundamentales, el mantenimiento de las vías de salida del país, el acceso humanitario y la lucha contra los grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico", prosiguió, citado por la agencia de noticias AFP.
Estados Unidos dijo que le "preocupa" la formación del nuevo Gobierno, pero que lo juzgará por sus acciones, aunque por ahora descarta cualquier reconocimiento.
Aliados cercanos de Washington han criticado la forma en que el presidente Joe Biden concluyó la guerra de 20 años en Afganistán ya que, en cuanto la salida de las tropas extranjeras se fue concretando, el avance talibán ganó velocidad y en pocos días controlaban casi todo el país y depusieron al Gobierno afgano.
Maas también quiere insistir en la crisis humanitaria que vive Afganistán, país que sufre "la falta de alimentos debido a la sequía" y la paralización "de la ayuda internacional de la que dependen muchas personas".
"Estamos dispuestos a suministrar ayuda humanitaria con la mediación de la ONU y seguiremos dialogando con los talibanes, aunque solo sea para permitir a las personas que están bajo nuestra responsabilidad que salgan del país", dijo, subrayando que "cualquier compromiso posterior dependerá del comportamiento de los talibanes".
"El anuncio de un Gobierno de transición en el que no participan otros grupos y la violencia contra manifestantes y periodistas en Kabul no nos hacen ser optimistas al respecto", concluyó Maas. Entretanto, Rusia y Bielorrusia también planean debatir sobre el desarrollo de la situación en Afganistán.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su par bielorruso, Alexandr Lukashenko, dialogarán mañana sobre el asunto, informó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, y agregó que abordarán también las relaciones ruso-bielorrusas y luego brindarán una conferencia de prensa.
Peskov desestimó que por el momento Rusia vaya a mantener conversaciones con el Gobierno provisional de Afganistán.
"Nuestra embajada mantiene contactos en Kabul. Son contactos necesarios para garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos. De momento no planeamos otro tipo de conversaciones", afirmó, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Peskov remarcó que Rusia, al igual que la mayoría de los países, seguirá con atención el desempeño del Ejecutivo interino afgano.
Por otro lado, el vocero ruso mencionó que el narcotráfico y la infiltración de elementos terroristas desde Afganistán son las amenazas potenciales para su país.El Gobierno interino afgano está encabezado por Mohammad Hassan Akhund, uno de los fundadores del movimiento talibán.