Estiman que pueden morir de hambre 426 niños al día en África por impacto del coronavirus
En base a un estudio publicado por una revista médica, se estima que los decesos pueden ocurrir debido a la inseguridad alimentaria que se vio agravada en distintas partes del continente por inundaciones, plagas de langostas y el aumento de precios de los alimentos en los últimos meses.
El impacto de la pandemia de coronavirus en la alimentación en la zona de África subsahariana puede dejar a 67.000 niños en riesgo de morir de hambre -426 por día- antes de fin de año si no se toman medidas para evitarlo, y un aumento de la pobreza del 2%, alertó hoy la ONG Save The Children.
En base a un estudio publicado por la revista médica británica The Lancet, la ONG estimó que hasta 426 niños por día pueden llegar a morir debido a la inseguridad alimentaria que se vio agravada en distintas partes del continente por inundaciones, plagas de langostas y el aumento de precios de los alimentos en los últimos meses.
Señaló, además, que la pandemia paralizó la economía y destruyó los medios de vida de miles de hogares.
De acuerdo con las primeras estimaciones, se espera que la pandemia provoque un aumento de la pobreza en el África subsahariana del 23% y que para 2030 el número de personas desnutridas en el continente alcance los 433 millones.
En una situación de inseguridad alimentaria como la actual, los niños tienen un alto riesgo de sufrir desnutrición aguda, aseguraron desde Save the Children.
Y recordaron que antes del coronavirus, había más de 26 millones de menores en África oriental y meridional y 2,6 millones de niños y niñas padecían desnutrición aguda severa, la forma más mortal de desnutrición.
Ian Vale, director regional de Save the Children en África Oriental y Meridional, explicó que los "efectos devastadores" del virus ya se están viendo en las personas más vulnerables del mundo.
"Las medidas contra el Covid-19 diezmaron los medios de vida y la producción de los cultivos por lo que los alimentos, cuando están disponibles, son extremadamente caros”, dijo.
Explicó que “muchos padres y madres ya no pueden poner comida en la mesa para sus hijos", y que antes de la pandemia, "África subsahariana era una de las regiones del mundo con mayor inseguridad alimentaria y se teme que, si continúan las tendencias actuales, sea el hogar de más de la mitad de las personas que padecen hambre crónica del mundo”.
Ante esta situación, la ONG se encuentra proporcionando alimentos o dinero en efectivo a las familias más vulnerables, garantizando el acceso al agua potable y manteniendo operativos sus programas de salud y nutrición de un modo seguro frente a la crisis provocada por el coronavirus.