Fuerte operativo de seguridad en el Capitolio por una manifestación en apoyo a Trump
Al menos 100 miembros de la reserva se movilizaron hasta el Capitolio para reforzar la seguridad.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, aprobó el despliegue de un centenar de miembros de la Guardia Nacional -la fuerza federal de reservistas- para brindar apoyo a la policía de Washington de cara a la manifestación de mañana en apoyo a los partidarios de Donald Trump que asaltaron el Capitolio en enero pasado, informó hoy el vocero de dicha cartera, Christian Mitchell.
"El 17 de septiembre el secretario de Defensa Austin aprobó una solicitud de la Junta de Policía de Capitol Hill para proporcionar 100 miembros de la Guardia Nacional de Washington DC que estarán estacionados en la Armería de DC como una Fuerza de Tarea de Seguridad Física para aumentar la aplicación de la ley para el 18 de septiembre manifestación en Capitol Hill", explicó Mitchell, citado por la agencia de noticias Sputnik.
La capital estadounidense entró en alerta máxima en la víspera de la protesta, en la cual podrían registrarse "actos violentos", según alertaron funcionarios del departamento de Seguridad Interior en un informe de inteligencia citado por la cadena CNN.
"Estamos atentos a una pequeña cantidad de recientes amenazas en línea referentes a la manifestación planeada; incluyendo discusiones en línea que llaman a la violencia en la víspera del acto", señala el documento.
El riesgo "potencial" de violencia podría venir tanto de aquellos que acudan a la marcha como de aquellos que se opongan a ella, precisaron.
A esta amenaza se suman las informaciones de varios medios de comunicación, que prevén que grupos paramilitares y de extrema derecha como los Proud Boys (Chicos Orgullosos) o los Oath Keepers (Guardianes del Juramento) acudan al evento.
El Gobierno espera al menos unos 700 manifestantes este sábado frente a la sede del Congreso, donde no estarán presentes los legisladores dado que es el fin de semana y muchos están de vacaciones.
Un negro vallado, que rodeó ese emblemático edificio durante seis meses tras el mortal ataque del 6 de enero pasado, volvió a instalarse de cara a la protesta de mañana, aunque la policía no tiene indicios de un complot.
La manifestación, bautizada como "Justice for J6" (Justicia por el 6E), ha sido organizada por el grupo Look Ahead America (América Mira Hacia Adelante), que instó a los participantes a respetar a las fuerzas de seguridad e instaron a no llevar carteles de apoyo a Donald Trump.
"Preparamos un proyecto de resolución que una legislatura estatal pueda aprobar para informar a los Senadores y Representantes de Estados Unidos que se opongan al trato tiránico e inhumano de los presos políticos del 6 de enero que han sido blanco del Departamento de Justicia y el FBI", dijo Matt Braynard, uno de los organizadores del acto, citado por la agencia de noticias AFP.
Para las próximas semanas, se planean actos similares en varias ciudades del país.
Miles de simpatizantes del expresidente Trump, entre ellos supremacistas blancos y ultranacionalistas, irrumpieron el pasado 6 de enero en el Capitolio, donde los legisladores se aprestaban a certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.
La turba había sido incitada por el magnate republicano, que denunciaba sin presentar pruebas un "fraude" la elección.
"Nuestras mentes y corazones están con las personas que están siendo perseguidas injustamente por la protesta del 6 de enero sobre la amañada elección presidencial", dijo Trump ayer en un comunicado.
Mas de 600 personas fueron responsabilizadas por esos disturbios, que dejaron cinco muertos. Una docena de los acusados se declaró culpable y muchos están expuestos a recibir penas de prisión.