Holanda: encontraron una sala de tortura en un contenedor

El macabro descubrimiento se hizo en el contexto de una investigación internacional contra el crimen organizado. Los agentes encontraron una sala de torturas insonorizada completamente equipada

La lucha contra el crimen organizado en Europa tuvo sus frutos. Ayer la policía holandesa encontró seis contenedores de transporte que se utilizaban como cárcel clandestina, y un séptimo que era utilizado como sala de torturas, en Wouwse Plantage, a 4 kilómetros de la frontera con Bélgica.

La misma estaba equipada con una silla de dentista atornillada al suelo, paredes insonorizadas y aisaldas para engañar a las cámaras de vigilancia térmicas, esposas, bisturís, tijeras para podar, algodones, pasamontañas y bolsas negras. Además poseía un mecanismo para mantener a las víctimas encadenadas suspendidas en el aire.

Adicionalmente, encontraron siete armas pequeñas y un rifle de asalto automático, una variante china del Kalashnikov AK-47 en Rotterdam.

En otros allanamientos por todo el país, las autoridadaes secuestraron dos camionetas, 24 kilos de éxtasis y 25 armas de fuego y dos autos de alta velocidad.

Inicio de la investigación

La policía comenzó a tirar del hilo en abril por un hombre de 40 años en La Haya sospechado de estar involucrado en narcotráfico y en varios asesinatos.

Así fue como comenzaron a investigar una serie de conversaciones encriptadas entre miembros de la banda. 

Varias de las futuras víctimas de secuestro y asesinato fueron alertadas y trasladadas a un lugar seguro evitando así "cientos de víctimas".

La interveción se decidió el 22 de junio cuando la cárcel clandestina estaba lista para usarse.