Con casi 25.900 casos en solo 24 horas, el país oriental registró un nuevo récord de infecciones. “Necesitamos más cooperación de la población”, declaró el primer ministro.
En el marco de los avances de la contagiosa variante Delta de coronavirus, Japón se encuentra en estado de emergencia. De acuerdo a la información oficial, el viernes pasado se registró un récord de infecciones en el país (casi 25.900 casos en 24 horas) y en Tokio el promedio de nuevos contagios en siete días se quintuplicó en seis semanas. Así, en medio de su mayor ola de infecciones desde el inicio de la pandemia, el gobierno nipón decidió tomar una serie de medidas para evitar la veloz propagación del virus.
Tal como anunciaron las autoridades sanitarias, a partir de mañana se extenderá el estado de emergencia de 13 a 21 departamentos, lo que le permitirá al gobierno cerrar los bares y restaurantes más temprano, así como limitar los movimientos de la población. No obstante, esas consignas no son respetadas rigurosamente. El gobierno prevé pedir a los centros comerciales y grandes tiendas que restrinjan el número de clientes que acogen en simultáneo, y a las empresas, que se privilegie el teletrabajo para reducir en 70% los desplazamientos diarios de los empleados. Por otra parte, las autoridades de salud pidieron a los gobernadores de todos los departamentos que refuercen las infraestructuras médicas, comenzando por reservas de oxígeno y más personal.
En total, 33 de los 47 departamentos japoneses, incluida la capital Tokio, se verán afectados, según una lista aprobada durante esta jornada por un comité de expertos en salud y que debe oficializarse rápidamente. “La transmisibilidad de la variante Delta es extremadamente fuerte”, dijo el primer ministro Yoshihide Suga, tras el anuncio de las medidas. “Necesitamos más cooperación de la población para superar esta crisis”, agregó.
Desde fines de junio, Japón sufre su quinta ola de coronavirus, la más violenta hasta la fecha. El Ministerio de Salud informó ayer que durante las últimas 24 horas murieron 42 personas de Covid-19. Debido al brote, el sistema hospitalario japonés se encuentra “en una situación grave”, luchando para hacer frente al aumento de pacientes de gravedad con una escasez de camas que obliga a muchos con síntomas más leves a permanecer en sus hogares. Asimismo, el gobierno también se propone intensificar la campaña de vacunación. Actualmente, un 42% de la población está totalmente vacunada.