La ONU apuesta al diálogo con los talibanes

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, busca mantener conversaciones con el gobierno talibán para aportar en la asistencia al pueblo afgano y a la vez evitar el colapso de su economía, algo que favorecería el crecimiento de grupos extremistas.

El reconocimiento de un gobierno no lo hace el secretariado de la ONU, sino los Estados miembros y los órganos de Naciones Unidas. Pero tenemos interacción permanente con los talibanes y creemos que actualmente es esencial un diálogo con ellos”, expresó Guterres durante una conferencia de prensa.

El diplomático portugués argumentó que es fundamental evitar que la economía del país asiático decaiga y llamó a los líderes mundiales a encontrar “excepciones” a las sanciones impuestas por algunos Estados y por el propio Consejo de Seguridad.

“Es urgente que encontremos formas de evitar una catástrofe para el pueblo de Afganistán que, además, causaría inestabilidad y favorecería a los grupos terroristas que operan ahí”, advirtió.

Además, consideró imperativo “hallar formas, excepciones o mecanismos que permitan inyectar dinero a su economía para evitar que quiebre”, aunque remarcó que este paso “no significa reconocer nada”, sino que se trata de “buscar maneras de que lleguen flujos suficientes de recursos”.

En ese sentido, recordó que la ONU está allí desde el año 1947 llevando a cabo labores humanitarias “básicas” para aliviar las “condiciones desesperadas de la gente” y, además, dejó en claro que el organismo seguirá apoyando y promoviendo los derechos de las mujeres y los Derechos Humanos en general a lo largo y ancho del país.

Por último, al ser consultado sobre un posible cambio de mandato de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (Unama), señaló que por el momento se debe dar tiempo a observar cómo se de-sarrollan los acontecimientos y evaluar cuál debe ser el papel de las Naciones Unidas en la nueva realidad del país.

En la primera quincena de agosto, los combatientes del movimiento talibán lograron controlar buena parte de Afganistán y el día 15 entraron en Kabul. Casi tres semanas después dieron a conocer la composición del gobierno provisional, que encabezará Mohammad Hassan Akhund, quien se desempeñó como canciller durante el primer gobierno talibán y sobre el que pesan sanciones internacionales aprobadas por la ONU.

Al Qaeda sobrevivió y podría resurgir 

La organización extremista no fue derrotada e incluso ha resideñado su estrategia al fortalecer sus raíces en Afganistán y Pakistán y dar apoyo a otros grupos yihadistas en países ocupados por Occidente.

A 20 años de los atentados del 11 de septiembre (11-S) y una década después de la muerte de su líder Osama Bin Laden, Al Qaeda está diezmada pero no extinta: sobrevivió a la extensa ofensiva militar de Estados Unidos, inspiró la creación de otros grupos yihadistas en África y Medio Oriente, y ahora tiene la posibilidad de recobrar nuevas fuerzas de la mano de los talibanes en Afganistán.

Al Qaeda recibió varios golpes durante estas campañas militares, desde el asesinato de jerarcas como el exjefe militar Ayman al-Zawahiri y el propio Bin Laden, hasta la caída del Emirato Islámico (EI) de Afganistán comandado por los talibanes, aliados en el terreno y con la misma visión fundamentalista dentro de la rama sunnita del Islam. Pese a todo esto, el fin de Al Qaeda parece estar muy lejos.

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