Prabowo Subianto, un exgeneral acusado de secuestros durante la dictadura en el país asiático está arriba en las encuestas y con posibilidades de ganar en primera vuelta.
El ministro de Defensa de Indonesia, Prabowo Subianto, un exgeneral acusado de secuestros durante la dictadura en el país asiático reivindicó “la victoria en la primera vuelta” en las elecciones presidenciales en Indonesia, después de que los primeros sondeos le dieran ventaja.
“Todos los recuentos, todos los sondeos... muestran que (la dupla) Prabowo-Gibran ganó en una sola vuelta. Esta victoria debería ser una victoria para todos los indonesios”, declaró el general retirado, en un discurso en una inmensa sala de Yakarta, junto a Gibran Rakabuming Raka, hijo mayor del presidente saliente y candidato a la vicepresidencia.
Las primeras proyecciones daban a Subianto, ya gran favorito antes de los comicios, más de 55% de los sufragios. Esto lo coloca en una posición con la que podría ser elegido en la primera vuelta.
Aunque reivindica la victoria para suceder en octubre a Joko Widodo al frente del tercer país democrático del mundo a nivel de población, el general retirado dijo que esperaría "el resultado oficial" de la comisión electoral.
“Pensamos que la democracia indonesia funciona bien. El pueblo decidió”, declaró a la prensa, antes de llamar a la unidad del país.
El exgeneral de 72 años, alto cargo militar en el ocaso de la dictadura de Suharto hace 25 años, deberá obtener más de un 50% de votos, con una participación de al menos un quinto del padrón en las 38 provincias del país, para asegurarse la victoria.
En sus quintas elecciones desde el fin de la dictadura en 1998, casi 205 millones de personas estuvieron llamadas a las urnas para elegir a su nuevo presidente, diputados y representantes locales.
Tres candidatos estaban postulados para presidir el archipiélago asiático: Subianto, el exgobernador de Yakarta Anies Baswedan y el exgobernador de Java Central Ganjar Pranowo.
El exgeneral llegó como claro favorito tras una campaña en la que se comprometió a seguir las políticas del mandatario actual, que no puede presentarse a la reelección.
El presidente saliente goza de una alta popularidad después de dos mandatos de constante crecimiento económico, a excepción de un breve lapso en la pandemia, y relativa estabilidad política en esta joven democracia.
Bajo su batuta, Indonesia, país miembro del G20, inició un programa de desarrollo y construcción de infraestructuras y de nacionalización de recursos para convertir al mayor productor mundial de níquel en un actor clave en la cadena de suministro de vehículos eléctricos.
Grupos de defensa de derechos humanos se mostraron preocupados por un retroceso en las libertades si gana el exgeneral, acusado de ordenar secuestros de activistas en los años finales del dictador Suharto.
Subianto fue expulsado del ejército en 1998 por estos secuestros que él siempre ha negado y por los que nunca fue formalmente imputado. “Siempre hemos estado preocupados por su compromiso con la democracia”, dijo Yoes Kenawas, investigador en la Universidad Católica Atma Jaya de Yakarta.
Desde entonces, el exgeneral ha restaurado su imagen, en parte gracias a una efectiva campaña mediática dirigida a los jóvenes en que se lo presenta como un “adorable abuelito”.