Hasta ayer continuaban las fuertes batallas entre el ejército ruso y las tropas ucranianas que invadieron la región de Kursk. El mandatario ruso denunció “bombardeos indiscriminados contra objetivos civiles”.
Kiev mantuvo en la jornada de ayer sus ataques aéreos y terrestres contra la región fronteriza rusa de Kursk. En ese marco, el presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Ucrania de una “provocación a gran escala”.
Y agregó: “Como es sabido, el régimen de Kiev ha protagonizado una nueva provocación a gran escala. Efectúa bombardeos indiscriminados con diferentes tipos de armas, incluido misiles contra edificaciones civiles, edificios de viviendas y ambulancias”.
El Ministerio de Defensa de Rusia reconoció que continuaban por segunda jornada consecutiva los combates para expulsar a las tropas ucranianas que penetraron el martes en la región fronteriza de Kursk.
“Durante la noche los destacamentos de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa junto a las unidades de la guardia fronteriza del Servicio Federal de Seguridad (FSB) continuaron aplastando a las tropas del ejército ucraniano en zonas de la región de Kursk que limitan con la frontera ruso-ucraniana”, señalaba un comunicado.
Por su parte, el gobernador de Kursk, Alexei Smirnov, aseguró haber hablado sobre la incursión fronteriza con Putin, quien le garantizó que recibirá toda la ayuda necesaria para estabilizar la situación.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerásimov, informó que las tropas ucranianas atacaron edificios residenciales y administrativos, dejando un saldo de al menos cinco muertos y 28 heridos, provocando que miles de personas abandonaran la zona.
En su discurso, Guerásimov explicó que el 6 de agosto 1.000 combatientes del Ejército ucraniano iniciaron su incursión fronteriza con el fin de apoderarse de una parte del territorio de la provincia de Kursk.
Las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania durante los dos días de ataques ascendieron a 315 personas, de las cuales al menos 100 murieron y 215 resultaron heridas. Además, 54 vehículos blindados fueron destruidos, incluidos siete tanques.