Dimitió la primera ministra de Bangladesh

Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladesh, dimitió el día de ayer y procedió a abandonar el país en medio de un contexto de crisis social y política absoluta, con manifestaciones que llevan ya varias semanas y que dejaron hasta el momento un saldo de más de 300 muertos. Hasina, hija del héroe de la independencia de Bangladesh, Sheikh Mujibur Rahman, abandonó el país en helicóptero militar acompañada por su hermana menor, Sheikh Rehana. Varias fuentes locales indicaron que la ahora exprimera ministra aterrizó en Agartala, ciudad del noreste de India. Miles de personas se habían congregado el día de ayer frente a la residencia oficial de la recién mencionada, en Daca. Tras hacerse pública la noticia de su marcha, muchos de ellos entraron en el edificio.

Tras darse a conocer este hecho, el jefe del Ejército de Bangladesh, Waker-Uz-Zaman, anunció la formación de un gobierno interino. “Se formará un gobierno interino y a través de este gobierno se llevarán a cabo todas las actividades del país”, expresó. Asimismo, Zaman pidió el cese de la violencia y aseguró que ahora se discutirá con el presidente del país, Shahabuddin Chuppu, la formación del gobierno temporal. Además, confirmó que se juzgará a los “asesinos” y los responsables de las “injusticias” cometidas contra los estudiantes en el marco de las protestas.

Es valioso remarcar que la renuncia de la política tiene lugar tras cinco semanas de protestas estudiantiles que comenzaron de forma pacífica, pero acabaron tornándose violentas entre denuncias por la dura represión policial contra los manifestantes. Tal es así, que la cifra de muertos ya escaló a más de 300. Las protestas estudiantiles comenzaron para exigir el fin de unas cuotas al empleo público que consideran discriminatorias en uno de los países más pobres del mundo, pero acabaron exigiendo la dimisión de Hasina y de su gobierno tras la muerte de los manifestantes. Hasina había asumido recién en enero de este año, siendo su cuarto mandato consecutivo tras imponerse con claridad en unas elecciones que fueron boicoteadas por la oposición.