Se hizo un llamado común a la integración latinoamericana en la Celac

En el marco de la sexta cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que tuvo lugar en la Ciudad de México, las y los referentes latinoamericanos hicieron un llamado conjunto a la integración de los países.

El presidente y anfitrión, Andrés Manuel López Obrador, señaló una vez más la propuesta elevada por su gobierno de que la región construya “algo parecido a la Unión Europea (UE)” junto a Estados Unidos y Canadá.

“La Celac puede convertirse en el principal instrumento para consolidar las relaciones entre nuestros países y alcanzar el ideal de una integración económica, con EE. UU. y Canadá y en un marco de respeto a nuestras soberanías”, manifestó el mexicano.

Asimismo, destacó que, desde su lugar como presidente pro tempore, se propuso fomentar la integración de América a partir de la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua.

“En el terreno político podemos comprometernos a respetar las ­decisiones internas de los pueblos y que ningún gobierno se arrogue la facultad de someter a otro país bajo ningún motivo, causa o pretexto”, manifestó.

Por su parte, el presidente del Perú, Pedro Castillo, subrayó la necesidad de trabajar juntos para hacer frente a los desafíos comunes y resaltó que la integración de América Latina y el Caribe debe ser “una tarea permanente” y convocó “a la más grande unidad e integración de los pueblos”.

“Es necesario entender que unidos lograremos todo, desunidos nada. La pandemia es un problema sanitario e histórico y debemos pasar de los discursos a la acción”, analizó Castillo.

“La Celac debe concretar el ma­yor de los esfuerzos para facilitar el acceso a financiamiento internacional destinado tanto a la recuperación como a la reactivación de las economías duramente golpeadas”, analizó.

A su turno, el presidente de Bolivia, Luis Arce, enfatizó que la cooperación entre los Estados de la Celac ha alcanzado resultados positivos en un mundo integrado y equitativo, a partir de la diplomacia de los pueblos, al tiempo que cuestionó a la Organización de los Estados Americanos (OEA).

“La OEA, en vez de actuar bajo los mandatos de la Carta Democrática, actúa en contra de los principios de la democracia. Su creciente injerencia en los asuntos de los Estados no contribuye a la solución pacífica de controversias, sino que las genera”, expresó Arce.