Sin mayorías absolutas, los partidos buscan una “fórmula de gobernabilidad” en España

El día después de las elecciones anticipadas en España dejó abierto un escenario de debates y búsqueda de alianzas para poder llegar a la designación de un nuevo presidente del go­bierno, ya que ninguno de los dos grandes espacios, PSOE y PP, alcanzó la mayoría absoluta.

Así, el presidente saliente, el socialista Pedro Sánchez, y su rival de derecha, Alberto Núñez Feijóo, avanzaron en la búsqueda de voluntades que les permitan formar un gobierno de coalición.

El que obtuvo mayor cantidad de bancas fue el PP, con 136, pero aunque el PSOE salió segundo con 122, quedó técnicamente más cerca de retener el poder entablando alianzas con otras fuerzas que le permitan tener la mayoría en el Congreso, como Sumar, que cosechó 31.

Los dirigentes reunieron ayer a sus partidos para debatir las estrategias y las posibles alianzas, en medio de temores a un posible bloqueo político si es que ni el PSOE ni el PP, aliados con otras fuerzas, logran reunir las bancas necesarias para formar gobierno, lo que obligaría a repetir los comicios.

“Nos daban por muertos, y aquí estamos”, dijo Sánchez ante la cúpula del PSOE en Madrid, según informaron los medios españoles. Es que el presidente había decidido adelantar las elecciones luego de la derrota ante la derecha en las comunales.

Así, en tanto que las encuestas señalaban una derrota mucho mayor, el líder español que ocupa el cargo desde 2018 sostuvo que “España es una democracia ­parlamentaria con sus plazos y ­procedimientos”, y que “esta democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad”.

“España ha sido meridiana y rotundamente clara. El bloque involucionista, de retroceso, que planteaba la derogación de los avances logrados en estos cuatro años ha fracasado. Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando”, agregó.

Sánchez festejó el domingo por la noche el desempeño electoral mejor que el esperado por parte del PSOE, que frustró el escenario más pronosticado por los sondeos: que el PP consiguiera los votos necesarios como para gobernar en alianza con Vox, un partido de extrema derecha nacionalista y antifeminista.