Situación crítica en Ecuador por los incendios forestales

Ecuador se encuentra atravesando un crítico momento por los incendios forestales que vienen azotando a la capital Quito desde hace algunos días. Tal es la gravedad de esta situación que el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, debió cancelar su agenda que tenía pactada en la Asamblea General de la ONU para volar de inmediato de regreso al país. “He cancelado la agenda que tenía que cumplir como mandatario en la ONU. Quito nos necesita a todos. Regreso para comandar todos los esfuerzos ante el enemigo al que nos enfrentamos”, redactó en sus redes el mandatario. Por lo pronto, se dispuso la evacuación de más de cien familias.

El alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, declaró que los bomberos continúan trabajando para evitar la expansión del fuego. Además, confirmó que existen al menos cinco puntos de incendios, donde hay cinco equipos combatiéndolos. “La situación en este momento es crítica. No terminará en las próximas horas”, agregó. Por su parte, el propio Noboa luego remarcó: “Vivimos la peor coyuntura climática en décadas, lo que amerita decisiones urgentes a todos los niveles de gobierno. Si se encuentra que esto ha sido causado intencionalmente, los implicados serán procesados por terrorismo. Ecuador: la adversidad nos encontrará más determinados que nunca”. Por lo pronto, también se dispuso el despliegue de las fuerzas armadas para ayudar en el combate contra las llamas.

Según indicó la ministra de Ambiente y presidenta del Comité de Operaciones de Emergencias Nacional, Inés Manzano, los incendios fueron intencionales, por lo que se están llevando adelante las investigaciones pertinentes. En caso de encontrar culpables, éstos serán procesados por “terrorismo”.

El humo cubrió buena parte de Quito desde la periferia oriental de la capital, donde se concentraban algunos focos de quema. Además, se reportó la caída de ceniza en zonas del norte de la ciudad y en el centro histórico, donde están las sedes del gobierno nacional y del municipio local. Esta enorme sequía, la peor en sesenta años, además de incentivar la aparición de incendios forestales, provocó que el suministro de agua potable se viera afectado, al igual que la producción agrícola y el servicio eléctrico. A su vez, en algunos sitios se decidió suspender las clases y la presencialidad de trabajos puntuales.