Nuevos ataques israelíes en Líbano dejan más de 350 muertos
La tensión continúa escalando día a día en Medio Oriente. “La guerra es contra Hezbolá”, aseguró el primer ministro Netanyahu.
El ejército israelí lanzó el día de ayer una serie de bombardeos contra Hezbolá en el Líbano, matando al menos a 356 personas, e hiriendo a más de 1.200. La escalada de violencia crece día a día en la región, provocando tensión en el resto de los países de Medio Oriente y del resto del mundo. A través de un comunicado, el ejército de Israel declaró: “Básicamente, estamos apuntando a la infraestructura de combate que Hezbolá ha estado construyendo durante los últimos 20 años. Esto es muy significativo. Estamos atacando objetivos y preparándonos para las siguientes fases”.
Algunos medios de comunicación, que citan a una fuente militar de Líbano, señalan que Ali Karaki, jefe del frente sur de Hezbolá, murió luego de un ataque israelí en un suburbio de Beirut, capital libanesa. El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció un “plan de destrucción” llevado a cabo por Israel contra su país, y llamó a la ONU y a los “países influyentes” a disuadir al gobierno israelí de esta “agresión”.
Según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con sus bombardeos, Israel está invirtiendo “la relación de fuerzas” en el norte del país, y explicó que su política “no es esperar a las amenazas sino anticiparse a ellas”. “La guerra es contra Hezbolá”, sostuvo el político. “Tomen en serio esta advertencia. No permitan que Hezbolá ponga en peligro sus vidas y las de sus seres queridos. Durante demasiado tiempo, Hezbolá los ha usado como escudos humanos. Colocó cohetes en sus salas de estar y misiles en su garaje. Esos cohetes y misiles apuntan directamente a nuestras ciudades, directamente a nuestros ciudadanos”, agregó Netanyahu.
Éste se convirtió en el tercer ataque israelí contra altos mandos de Hezbolá en el bastión del grupo en el sur de Beirut en las últimas semanas, después de que un ataque el viernes matara a Ibrahim Aqil, que dirigía la Fuerza Radwan de élite del grupo, y de que un ataque en julio matara al alto comandante Fuad Shukr. Esta oleada de ataques israelíes contra objetivos del movimiento Hezbolá en el sur y el este de Líbano es la mayor desde el inicio de la guerra.
Como una rápida respuesta, Hezbolá envió miles de cohetes hacia territorio israelí, aunque, según las autoridades de este país, interceptaron todos ellos. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, agregó que no hubo víctimas ni heridos luego de que sus fuerzas desactivaran “decenas de miles de cohetes y municiones de precisión” de Hezbolá.