Trump retomó la campaña y pidió reducir los testeos
El presidente de Estados Unidos habló en Oklahoma durante un acto que reunió a una multitud sin distanciamiento social ni barbijo. El país registra 122.000 muertos por Covid-19.
La elección en 2020 es muy simple: ¿quieren arrodillarse ante una turba de izquierda o quieren pararse con la frente en alto y orgullosos de ser estadounidenses?”, propuso Donald Trump en un acto en el que ignoró todas las medidas de precaución emitidas por su gobierno y apiñó a miles de personas, sin barbijos, mientras su país registra más de 122.000 muertos y más de 2,2 millones de contagios.
Trump retomó su campaña para volver a ser presidente de los Estados Unidos y creó de nuevo un clima nacionalista que marcará toda su campaña, tal como lo hizo para llegar a la Casa Blanca hace cuatro años.
El mandatario volvió a vincular al Partido Demócrata —representado para las elecciones por el exvicepresidente Joe Biden— con el extremismo.
“Los demócratas quieren llenar los tribunales de extremistas”, denunció, justo al terminar una semana en la que sufrió varios reveses de la Corte Suprema, un tribunal en el que él consiguió por primera vez en décadas una mayoría conservadora.
“Quieren demoler nuestra herencia (...), deberíamos tener legislación para que, si alguien quiere quemar la bandera y pisotearla, vaya a la cárcel por un año”, propuso Trump, quien criticó las manifestaciones que tomaron durante semanas las calles de ciudades en todo el país luego del asesinato del afroamericano George Lloyd.
Trump eligió Tulsa, Oklahoma, para su primer acto electoral pospandemia, una elección que desató una ola de críticas entre la oposición y la minoría negra, ya que esa ciudad fue el escenario de una de las peores masacres de afroestadounidenses a manos de blancos extremistas en la historia moderna del país.
Sobre el coronavirus
Tampoco esquivó la otra gran crítica que ha recibido en los últimos meses: su mala gestión de la pandemia, que tiene a Estados Unidos como su principal brote en el mundo con cifras muy superiores a las de cualquier otro país.
“Las pruebas son un arma de doble filo: ya hicimos más de 25 millones de de tests, más que ningún otro país en el mundo, pero eso también significa que encontramos más casos positivos. Ésa es la parte mala. Cuando uno hace un testeo tan extendido, se encuentran más casos. Por eso le dije a mi gente que disminuyan los tests, pero ellos testean y testean”, aseguró el mandatario norteamericano.