Además, pidieron que se levante el embargo sueco de exportaciones de armas hacia el país, en vigor desde la ofensiva turca en el norte de Siria en octubre de 2019.
Turquía mantendrá su veto al ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN hasta que no tenga evidencia de que esos países hayan cortado sus vínculos con una organización declarada terrorista por Ankara, reiteró hoy el presidente Recep Tayyip Erdogan.
“Hasta que nuestras expectativas no queden satisfechas, seguiremos sin cambiar nuestra postura sobre la expansión de la OTAN”, afirmó el mandatario durante una reunión de su partido gobernante Partido Justicia y Desarrollo.
“En este momento, cabecillas de organizaciones terroristas deambulan libremente en Suecia y Finlandia bajo la protección de los suecos y de los finlandeses”, agregó, según la agencia de noticias Europa Press.
En virtud del estatuto de la OTAN, el ingreso de nuevos países solo puede ser autorizado por unanimidad de sus 30 miembros y Turquía es el único que objeta la entrada de Finlandia y Suecia.
El gobierno turco aduce una supuesta connivencia de ambas naciones escandinavas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que califica como terrorista. Turquía, miembro de la alianza atlántica desde 1952, publicó a fines de mayo una lista de condiciones para permitir la entrada de ambos países.
Reclama, entre otros puntos, la extradición de personas que se encuentran en territorio sueco, que integrarían el PKK y su rama siria, Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo). También acusa a Estocolmo haber entregado una ayuda de 376 millones de dólares al PKK y el YPG, y de proveerles armas, “en particular antitanques y drones”.
Delegados de Turquía, Finlandia y Suecia se reunieron el 25 de mayo en Ankara a fin de destrabar la situación, pero las autoridades turcas sostuvieron que, aunque observaron una “actitud positiva” en sus interlocutores escandinavos, algunas de sus demandas seguían insatisfechas.