Alemania

Un hombre de 100 años es juzgado por crímenes nazis pero se niega a hablar

El anciano está acusado por complicidad en la muerte de 3.518 prisioneros. El sujeto se negó a mostrar su cara durante el juicio.

Un alemán de 100 años, que fue guardia de un campo de concentración en los años 40, se convirtió hoy en la persona de más edad juzgada por crímenes nazis, pero no se expresará ante el tribunal sobre las atrocidades que se cometieron allí y por las cuales se lo imputa como colaborador, informó su abogado.

Josef Schutz, excabo primero de la división "Totenkopf" (cabeza de muerto) de los grupos paramilitares de élite SS, es acusado de "complicidad en la muerte" de 3.518 prisioneros en el campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, entre 1942 y 1945.

El juicio comenzó esta mañana en Brandenburg an der Havel, al este de Alemania, en presencia del anciano, que comparece en libertad, necesita un andador para caminar y escondió su rostro ante la prensa con una carpeta azul, describió la agencia de noticias AFP.

Su abogado, Stefan Waterkamp, explicó que su cliente "no se expresará" sobre los hechos que se le imputan.

"El acusado no hablará, solo dará información sobre su situación personal", resumió.

Schutz respondió con voz clara al presidente del tribunal cuando le preguntó su nombre y situación personal. Dijo que vivía en la región de Brandeburgo, cercana a Berlín, que era viudo desde 1986 y explicó con orgullo que iba a "celebrar su 101º cumpleaños el 16 de noviembre".

El deseo del acusado de no pronunciarse sobre los hechos, lo que implica una negativa a pedir perdón, provocó el disgusto de los presentes.

Schutz "no está acusado de disparar contra alguien en particular, sino de haber contribuido a estos actos por su trabajo de guardia y de haber estado al tanto de que estos asesinatos ocurrían en los campos", explicó la vocera de la Fiscalía de Neuruppin, Iris le Claire.

El acusado se expone a un mínimo de tres años de prisión, pero su pena sería simbólica por su avanzada edad.

La audiencia, la primera de 22, duró una hora debido a la avanzada edad del acusado, que se cansa fácilmente. La sesión se dedicó a la lectura de una parte de las 134 páginas del acta de acusación por parte del fiscal, Cyrill Klement.

Schutz tenía 21 años cuando comenzaron los crímenes que se le imputan.

Desde que fue abierto, en 1936, hasta su liberación por los soviéticos, el 22 de abril de 1945, por el campo de Sachsenhausen pasaron unos 200.000 prisioneros, principalmente opositores políticos, judíos y homosexuales.

Decenas de miles de ellos murieron de agotamiento debido a los trabajos forzados y a las crueles condiciones de detención.

El juicio se realiza una semana después de la audiencia fallida contra Irmgard Furchner, de 96 años, una exsecretaria de otro campo de concentración nazi.