En nuestro país son casi 900 las personas que arriesgan su vida durante todo el año apagando los focos ígneos, que en el último tiempo se han agudizado en gran parte de la Argentina. “No lo pedimos por un capricho, sino por necesidad”, dijo Osvaldo Báez, brigadista de la provincia de Río Negro, al exponer en la Cámara de Diputados de la Nación.
Durante los últimos años se ha visto con gran preocupación el avance de los incendios forestales, con la clara certeza de que en un 95% son producidos por la mano del ser humano.
Durante el verano de 2022, se registraron distintos focos en las provincias de Corrientes, Río Negro, Misiones, Chubut y Formosa, agravados por las condiciones de sequía. Se estima una superficie de 162.425 hectáreas quemadas durante el mes de enero. Solamente en la provincia de Corrientes, al 18 de febrero, se calculaban cerca de 800.000 hectáreas calcinadas (un 8% del territorio provincial), con un ritmo ascendente de 29.585 hectáreas diarias.
De acuerdo a los datos del Plan Nacional de Manejo del Fuego, hasta el día de ayer quedaban focos activos en las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Mendoza y La Pampa.
En este marco, cobra relevancia sin dudas la tarea de los brigadistas que trabajan en dichas zonas y que exponen cotidianamente su vida en función de sofocar dichos incendios.
Por ello, en agosto de este año el Senado sancionó un proyecto de ley que establece un régimen previsional diferencial para combatientes de incendios forestales o rurales, diseñado por la senadora nacional de Río Negro, Silvina García Larraburu.
En diálogo con diario Hoy, la legisladora destacó: “Esta normativa que establece un régimen especial previsional cristaliza un reclamo histórico de los brigadistas de todo el país. La primera iniciativa la presenté en 2017, luego en 2019 y nuevamente en 2021, y esto tiene que ver con una línea de trabajo y acción, y a veces no siempre tienen inmediatamente el tratamiento que uno quiere. Pero si la voluntad existe, y como en nuestro caso con el acompañamiento de todas las fuerzas vinculadas a la temática, hay un momento donde se pone en debate y finalmente consigue el tratamiento propositivo”.
“Es un tema de mucha importancia, y en momentos en que se generan en época estival estos incendios forestales graves, se volvió a reactivar el tratamiento de esta propuesta.
Creemos que tiene que ver con enfrentar el difícil momento que estamos viviendo en cuanto al calentamiento global, el cambio climático, donde los incendios van creciendo en voracidad y duración”, apuntó.
En ese marco, la senadora rionegrina explicó: “Somos vecinos de los combatientes y testigos del esfuerzo que realizan combatiendo el fuego en situaciones muy complejas, sabemos que la exposición a los riesgos y el impacto en la salud ameritan un tratamiento diferenciado de acceso a la jubilación. La tarea de presupresión de incendios requiere de personal capacitado idóneo y entrenado físicamente, por el tipo de tareas que tienen que desarrollar, y por ello también se hace necesario el recambio de forma constante”.
“Es un proyecto que busca cuidar a quienes nos cuidan y protegen nuestros bosques, la naturaleza y la biodiversidad. Es una demanda histórica y debemos asegurar que quienes están en la primera línea de fuego cuenten con mayor amparo estatal y previsional”, finalizó.
Los detalles del proyecto
Según la iniciativa, tendrán derecho al beneficio del régimen diferencial los brigadistas varones a partir de los 57 años y las brigadistas mujeres a partir de los 50 años. Para acceder a la jubilación, los beneficiarios tendrán que acreditar 25 años de servicio en unidades operativas de lucha contra incendios forestales o rurales, de los cuales al menos 15 años tendrán que ser como combatientes en tareas de supresión en el terreno.
Además, el proyecto establece que el haber mensual de las jubilaciones será equivalente al 82% móvil de la remuneración mensual del cargo que tuviera asignado al momento del cese.
El proyecto involucra a las y los trabajadores que se desempeñen o se hayan desempeñado como combatientes de incendios forestales o rurales en organismos nacionales o provinciales, cuyas cajas estén adheridas a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Cabe destacar que los servicios prestados con anterioridad al momento de la sanción de la ley serán válidos siempre que hayan sido brindados para el Estado nacional o provincial y retribuidos por estos. La autoridad de aplicación, que deberá llevar un registro de los trabajadores alcanzados, será la Secretaría de Seguridad Social, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
De acuerdo al personal activo en la actualidad, el universo potencial al que aspira el proyecto de ley es de 876 trabajadores: 496 brigadistas que dependen de Nación, entre personal del Servicio Nacional de Manejo del Fuego y de Parques Nacionales, y 380 brigadistas provinciales.
El turno en Diputados
Días atrás, se reunió la comisión de Previsión y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, que avaló dicha iniciativa.
De hecho, contó con la presencia del ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, quien explicó la importancia del proyecto. Al respecto, enmarcó la problemática “acuciante” que se vive actualmente para darle sentido al porqué de la “necesidad de legislar respecto de este régimen”. “Sin hombres y mujeres cuidando los ecosistemas no habrá producción, utilidades, trabajo, ganancias ni vida vivible”, subrayó.
“La tarea de los brigadistas es fundamental, sumamente necesaria, para apagar los focos”, remarcó, al tiempo que destacó: “Esta es la importancia donde nosotros queremos poner el acento al legislar”. Cabandié estuvo acompañado por Sergio Federovisky, viceministro de la cartera de Ambiente.
Durante el encuentro, expusieron trabajadores relacionados con el combate de los incendios forestales. Osvaldo Báez, brigadista de la provincia de Río Negro, explicó: “Si bien nuestra principal tarea es combatir los incendios forestales, no es que nosotros dejamos de trabajar después de que pasa el verano”.
“En invierno nos abocamos a tareas que tienen que ver con la emergencia climática, la búsqueda y rescate de personas, la asistencia a pobladores; en el caso nuestro de la Región Sur, la reducción de combustible para reducir los riesgos de incendios en verano”, aseguró.
Asimismo, apuntó que “los recursos están siendo invertidos en otros lugares y no en las brigadas ni en los trabajadores”: “No lo pedimos por un capricho, sino por necesidad”.
Báez señaló que el esfuerzo “desgasta a los trabajadores, y cuando llegan los achaques tenemos que reubicarlos en cualquier sector porque no pueden salir a combatir incendios. Es ilógico que hoy tengamos que jubilarnos a los 65 años”.
Ahora, el proyecto, que obtuvo 16 firmas del Frente de Todos y la Izquierda, quedó en condiciones de ser tratado en las comisiones de Legislación del Trabajo y Presupuesto y Hacienda.