La asunción de Lula marcó un cambio fundamental para nuestro país. El presidente brasileño intercedió ante el FMI en la negociación en curso y también promovió un lugar destacado para la Argentina en la ONU. Con Daniel Scioli en un lugar estratégico, avanza la integración económica.
15/05/2023 - 00:00hs
En una crisis es importante contar con buenos aliados. Y para nadie es novedad que la Argentina atraviesa una crisis. El panorama económico, apurado por los vencimientos de la monumental deuda contraída por Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y agravado por los efectos de la pandemia de Covid-19, la guerra en Europa y la histórica sequía que asola al campo, obliga al Gobierno a negociar con organismos internacionales en busca de alivio, mientras se acercan las elecciones generales en las que se juega la suerte de toda la nación.
Para la Argentina, en este contexto, ha surgido un aliado fundamental. Y es el que se esperaba con ansias: Brasil. En efecto, con la asunción de Luiz Inácio “Lula” da Silva, que transita su tercer mandato como presidente luego de haber sido denigrado y perseguido, recuperamos el apoyo de nuestro socio histórico, el país más importante de la región, pieza clave del Mercado Común del Sur (Mercosur) y, en general, de toda Latinoamérica en términos geopolíticos.
Línea para Biden
En medio de la delicada negociación con el FMI, la Argentina sumó en los últimos días el apoyo de Brasil, que reclamó que Washington respalde la posición de nuestro país para facilitar la reformulación del plan de pagos.
La intercesión estuvo a cargo del ministro de Economía del país hermano, Fernando Haddad, quien habló con la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, para procurar que el mismísimo presidente norteamericano, Joseph Biden, avale la renegociación de la deuda argentina con el Fondo.
Fue en Japón, en la cumbre del Grupo de los Siete (G7), donde se dan cita los países más influyentes del mundo.
“Ella se sorprendió con este asunto que puse en la mesa, pero para nosotros es fundamental que este problema de Argentina sea resuelto”, contó Haddad.
“Traje este problema porque es una cuestión importante. Argentina es un país muy importante en el mundo y particularmente en Sudamérica. En segundo lugar, porque la solución para Argentina pasa por el FMI. Si Brasil y Estados Unidos están juntos en este apoyo, puede facilitarle las cosas a la Argentina”, explicó el ministro del gobierno de Lula.
El titular de la cartera económica brasileña dijo que el propio mandatario reiteraría ese pedido durante su participación en el cónclave del G7. “El presidente Lula vendrá la próxima semana con la misma preocupación. Estoy anticipando lo que él mismo, en persona, traerá sobre la Argentina”, aseguró.
A esto se suma el acuerdo suscripto entre ambos países para que se utilice el real y no el dólar estadounidense en el comercio bilateral y así sostener las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Apoyo ante la ONU
Lula ha decidido salir a apuntalar la posición de la Argentina no solo en lo económico, sino también en el ámbito geopolítico. El sábado, en Londres, cuando todos los ojos estaban posados en la ceremonia de coronación de Carlos III como rey de Inglaterra, el presidente brasileño aprovechó la movida para reclamar que se amplíe el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), e incluyó a la Argentina entre los países que deberían formar parte de esa instancia.
“Necesitamos tener una nueva gobernanza mundial”, apuntó Da Silva. “No podemos seguir como está, en base al resultado de la geopolítica de 1945, cuando fue creada la ONU. Tenemos que tener una gobernanza que tenga más representatividad de otros continentes, más países”.
“Obviamente que Brasil reivindica participar del Consejo de Seguridad, pero no solo lo queremos para nosotros, sino para otros países de América del Sur, de África, de Asia”, expresó Lula. E incluyó a la Argentina entre las naciones que “no tiene explicación” que no conformen el Consejo.
“Es preciso discutir una nueva geopolítica, para que la ONU tenga autoridad de decidir y ver que las decisiones se cumplan”, consideró el mandatario del gigante sudamericano.
Scioli, el hombre del momento
Pero no solo los grandes gestos de los mandatarios construyen las alianzas entre los países. Los lazos entre la Argentina y Brasil se vienen estrechando a un nivel mucho más concreto, que tiene que ver con la integración y el intercambio comercial. En ese sentido, el argentino que está en una posición fundamental es el embajador Daniel Scioli, quien ya venía remontando los avatares de la relación bilateral durante el gobierno de Jair Bolsonaro, decididamente hostil a las iniciativas de cohesión regional y aliado de los Estados Unidos.
Scioli, que ya manifestó su intención de postularse nuevamente a la presidencia, aprovecha para unir ambos caminos con recorridas de campaña por empresas que buscan su crecimiento a través del intercambio comercial con Brasil.
El embajador ha gestionado enlaces a nivel micro con rondas de negocios bilaterales, pero también a nivel macro, a través de encuentros con funcionarios y grandes empresarios brasileros. Se reunió, por ejemplo, con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, y con el titular de la Federación de Industrias de San Pablo, Josué Gomes da Silva, para incrementar el intercambio.