Los tres centros funcionaron como parte del Circuito Camps y estaban a cargo de la DGI que dirigía el represor Miguel Etchecolatz.
26/10/2020 - 00:00hs
Mañana comenzará en la ciudad de La Plata el juicio unificado por los delitos cometidos durante la última Dictadura militar en tres centros clandestinos de detención, que funcionaron en sedes policiales bonaerenses: el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y El Infierno, en Avellaneda. En el mismo serán juzgados 18 represores, entre ellos Miguel Etchecolatz, el exmédico policial Jorge Berges y Juan Miguel Wolk, apodado “El Nazi” y responsable del Pozo de Banfield, donde estuvieron alojados los estudiantes secuestrados el 16 de septiembre de 1976.
El Pozo de Quilmes fue un centro clandestino de detención, sitio también de maternidad clandestina, en el que funcionó la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires hasta enero de 1979. Allí permanecieron cautivas 251 personas. Desde 1998 funcionaba allí la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes y en 2017 pasó a ser Sitio de Memoria.
El Pozo de Banfield fue una dependencia de la Brigada de Investigaciones de Banfield de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y en la dictadura cívico-militar fue centro clandestino de detención. Formaba parte del Circuito Camps.
El Infierno funcionó como centro clandestino desde el comienzo del golpe militar hasta el año 1977. En este edificio funcionaba la sede de la Brigada de Investigaciones de Lanús, una dependencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, cuyos jefes durante la dictadura cívico-militar fueron los comisarios mayores, Ramón Camps y Ovidio Riccheri. Esta Brigada estaba a cargo de la Dirección General de Investigaciones de la Bonaerense, que dirigía el comisario general Miguel Etchecolatz.
Los tres centros funcionaron como parte del Circuito Camps y estaban a cargo de la DGI que dirigía el represor Miguel Etchecolatz.