Crece el reclamo contra la privatización de la Escuela Pública
Provincia
04/04/2016 - 06:12hs
En momentos en que el gobierno de Vidal implementa un severo ajuste educativo, entregaron leche en polvo en mal estado a jardines de infantes, causando la intoxicación de numerosos pequeños. “El que tiene hambre de verdad come cualquier cosa”, respondieron desde el macrismo
El severo ajuste que busca implementar el gobierno bonaerense, aplicando severos recortes en los cupos de los comedores escolares y condenando a la pobreza a miles de trabajadores auxiliares que recibirán un aumento de salarial de apenas 12% (un tercio de la inflación real), llegó al límite de lo inaudito.
Concretamente, se conoció que una partida de leche en polvo en mal estado fue entregada por el Consejo Escolar de Bahía Blanca a numerosas escuelas del distrito. Y derivó en una intoxicación masiva que afectó a varios chicos que concurren al Jardín N° 953 de esa ciudad bonaerense.
El control de los consejos escolares es una facultad que le corresponde a la Dirección General de Cultura y Educación, a cargo de Alejandro Finocchiaro, quien ya fue denunciado públicamente por haber aplicado recorte en los cupos para comedores en todos los distritos de la provincia, incluido La Plata, Berisso y Ensenada. Sólo en el caso de Bahía Blanca, se denunció que este año habrá 3.439 cupos menos para el desayuno o la merienda de los alumnos y 500 raciones menos para comedor.
Esta crueldad en el manejo de la ayuda social a los más pobres, llevó a que por ejemplo la vicepresidenta del Consejo Escolar de Bahía Blanca, la macrista Adriana Perdriel, afirmó que “el que tiene hambre de verdad come cualquier cosa”, avalando de esa manera que se haya entregado un producto que no es apto para el consumo de los más chiquitos.
Las palabras de la consejera macrista levantaron la polémica en la sociedad bahiense, que ve cómo aquellos que llegaron al poder representando el “cambio”, en realidad hacen las mismas prácticas que decían denostar, desnudando una triste forma de pensamiento que transita a la mayor parte de la clase política local.
Perdriel es una dirigente que desde hace años viene reportando políticamente al intendente Héctor Gay, desde que el actual jefe comunal, que milita en el macrismo, era un dirigente cercano a Francisco De Narváez en el partido Unión Celeste y Blanco. La actual consejera fue directora de la Escuela N°17 de Coronel Falcón.
Cuestionadas referencias
“La leche tiene sabor a remedio, es intomable para los chicos, y además tiene un gusto rancio que marca que evidentemente debe estar en mal estado”, señalaron varias auxiliares que dieron de tomar a los chicos esa leche en polvo que mandó el municipio en el marco de un plan social para contener el hambre en los sectores más pobres de la comunidad bahiense.
Ante el escándalo, la situación se analizó en el Consejo Escolar de Bahía, donde los propios consejeros decidieron probar la leche. El resultado no dejó lugar a dudas: todo dijeron que tenía un gusto “raro”.
“Lo de Perdriel es una frase lamentable que marca el perfil ideológico de quien la dice. Causó un revuelo bastante importante dentro de la sesión. Para que no quede como un dicho o un dime y direte dejé establecido que quería que quedara en actas textual lo que había dicho la consejera”, dijo el consejero Raúl López.
EN FOCO
El desconocimiento de la realidad
Luego de más de una década en el poder, el kirchnerismo nos dejó un país con 12 millones de pobres e indigentes, sin la más mínima chance de poder acceder a una mínima calidad de vida que le asegure acceso a Salud, Educación y a un trabajo digno.
La situación, a partir del cambio de gobierno, no hizo más que empeorar: la inflación de los últimos 100 días llevó a que se sumaran 1,4 millones de personas a las filas de la pobreza.
La mayoría de los chicos pobres recibe su único vaso de leche del día en los comedores. Por eso, las palabras de la vicepresidenta del Consejo Escolar bahiense, la macrista Adriana Perdriel, afirmando que “el que tiene hambre de verdad come cualquier cosa”, muestra una alarmante falta de compromiso hacia los sectores más humildes que realmente la están pasando muy mal, así como también una preocupante dejadez de un gobierno cuyas políticas sólo vienen favoreciendo a los sectores más concentrados de la economía.
Sería aconsejable que el gobierno nacional y provincial, si realmente quiere instrumentar el cambio que expresó la ciudadanía en las urnas, comience a desplegar otro tipo de política económica y se despegue de los sectores reaccionarios que creen que los pobres son seres descartables, vulgares “cabecitas negras” sin derechos.