Siempre polémico, nunca callando, Diego Armando Maradona fue uno de esos personajes que siempre se jugaron por una idea. Un repaso desde su peronismo natal a su relación con líderes de todo el globo y su rechazo a Mauricio Macri.
Representante como pocos del sentir popular, en los últimos años de su vida Diego Armando Maradona se mostró afín al kirchnerismo, apoyó de forma enfática las gestiones tanto de Néstor Kirchner como de Cristina, y ahora la del Presidente Alberto Fernández.
Esto lo llevó en varias ocasiones a declararse abiertamente peronista por herencia familiar, ya que tanto doña Tota como don Diego eran profundamente justicialistas. La mamá de Diego le había inculcado el cariño hacia Evita.
Durante el último Día de la Lealtad llegó a expresar: “Los que no me quieren repiten una y mil veces que yo apoyé a todos los partidos políticos que gobernaron en la Argentina. Dicen que yo fui peronista, que fui radical, que fui neoliberal. Y, en realidad, al que yo apoyé siempre fue a mi país, sin importar quién gobernara”.
Ese posteo tiene una foto de él vestido con traje haciendo el gesto clásico de Juan Domingo Perón con su mano derecha en alto junto a la bandera argentina.
“Mi viejo fue peronista, mi vieja adoraba a Evita, y yo fui, soy y seré siempre peronista. Y esto no debería ser un problema. El problema es la intolerancia que nos plantaron”, agregó en esa oportunidad el ídolo.
“Cartonero Báez”
Su relación con el poder a veces fue conflictiva, pero el Diez sabía bien de qué lado pararse. Uno de sus enemigos predilectos fue desde hace más de dos décadas el expresidente Mauricio Macri. En sus últimas épocas de futbolista, Maradona jugó en el Boca Juniors presidido por Macri, y desde allí su relación fue tensa.
Un día Diego, con su particular estilo, bautizó al dirigente como “Cartonero Báez”, por aquel popular testigo del caso Monzón, y por lo poco afecto a pagar mejor dinero que era el hijo de Franco (para negociar contratos que no fueran en beneficio propio, claro).
Durante la presidencia de Cambiemos, la voz de Diego también se hizo escuchar para criticar las políticas llevadas a cabo por ese gobierno, contra los tarifazos, contra la política internacional, y por “hambrear al pueblo”, tal como lo expresó el astro.
Hace pocas semanas se dio el último cruce entre ambos, cuando
Macri aseguró haber sido quien había echado del Xeneize a Maradona, a lo que Pelusa contestó categóricamente: “Fui yo el que dejó el fútbol, para proteger la salud de mis viejos. Esa fue una decisión mía, y no le hice mal a nadie. Pero, por más bombas de humo que tires, vos sabés que tus decisiones le cagaron la vida a las próximas dos generaciones de argentinos. Hacete cargo, querido. Ya lo dijo tu padre”.
Militares, Alfonsín y Menem
Durante su vida también tuvo que soportar ser utilizado por distintos gobiernos, como por ejemplo en la dictadura militar, luego del Mundial juvenil de Japón.
Al referirse a situaciones como esta, Maradona aseguró: “Yo no fui a golpearles la puerta y a pedirles una foto, fueron ellos los que me invitaron”, en relación a los distintos expresidentes con los que se saludó.
Con Raúl Alfonsín se mostró más distante, aunque por supuesto comparte la foto eterna en el balcón de la Casa Rosada con la Copa del Mundo obtenida en México 86, y expresó sus condolencias en el funeral del líder radical, en el año 2009.
Por su parte, con Carlos Menem las relaciones fueron bastante más cercanas, y compartieron varios partidos de fútbol juntos en el epílogo de la carrera del futbolista.
En el mundo
Para otro capítulo quedan las vinculaciones con líderes mundiales, con Fidel Castro (ver página 7), Chávez, Vladimir Putin, Evo Morales o sus duras críticas hacia Estados Unidos y el “imperialismo”.