Los registros de ingreso a la Casa Rosada reflejan que el plan sistemático de persecución a opositores se orquestó desde allí. Sin embargo, el juez federal a cargo de la investigación no solicitó que se analicen las visitas de estos tres espías que participaron en la reunión del Banco Provincia.
La causa de la Gestapo macrista avanza a pasos agigantados y con abundantes evidencias que dejan al descubierto el entramado judicial y mediático que llevó a cabo el macrismo durante su gestión para perseguir y encarcelar dirigentes opositores.
Las pruebas más contundentes son los videos descubrió la AFI en diciembre de 2021. Sin embargo, la investigación se orientó hacia la Casa Rosada, lugar donde se gestó la persecución a representantes gremiales.
No obstante, diario Hoy accedió a información que fue llamativamente omitida por el juez federal a cargo de la causa. El titular del Juzgado Federal n° 3 de La Plata, al realizar el pedido de los registros de ingreso a la Casa Rosada a Secretaría General de la Presidencia, no incluyó a los tres espías involucrados en la mesa judicial bonaerense.
Se trata de Sebastián De Stéfano, exdirector de asuntos Jurídicos de la AFI macrista; Darío Biorci, exjefe de gabinete de la agencia y Diego Dalmau Pereyra, primer director operacional de Contrainteligencia.
“Solicítese al señor secretario general de la Presidencia de la Nación se verifique e informe a este tribunal -a la mayor brevedad posible- si en los libros de ingresos y visitas, correspondientes a la Casa Rosada y a la Quinta de Olivos, dentro del período comprendido entre el 1° de mayo de 2017 y el 31 diciembre de ese mismo año, se han registrado las siguientes personas: Marcelo Eugenio Villegas; Adrián Grassi; Roberto Gigante,; Juan Pablo Allan; Julio César Garro; Marcelo Jawroski; Ricardo Alconada; Guillermo Moretto; Jorge Oscar Del Río; Fabián Cusini; Fernando Sacrachi; Bernardo Zaslascky; y/o María Eugenia Vidal. Solicítese, asimismo, que en caso afirmativo, se remitan las constancias respectivas”, dicta el pedido del juez a cargo y, efectivamente, no se mencionan a los tres exfuncionarios de la Agencia Federal de Inteligencia.
Dalmau Pereyra en los registros
Según los archivos a los que accedió este multimedio, Diego Dalmau Pereyra aparece en los registros de ingreso a la sede gubernamental el día 13 de junio de 2017, dos días antes de la reunión en la sede porteña del Banco Provincia, de la cual participaron todos los mencionados anteriormente en el pedido del juez.
Dalmau Pereyra ingresó al Salón de los Científicos a las 16:19 y salió exactamente dos horas después, a las 18:19. Esa misma mañana también estuvo Arribas en la presidencia, en el despacho de Macri, de 11:51 a 12:25. Volvió a la tarde, de 17.24 a 17.58 y coincidió en un tramo con Dalmau Pereyra.
Vidal, una de las abonadas de Casa Rosada
Por supuesto, el objetivo principal en el sindicalismo era el por entonces titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) platense, Juan Pablo “Pata” Medina, quien, como resultado de las actividades de la “mesa de la construcción” cuya existencia fue revelada por los videos, fue detenido el 26 de septiembre de 2017. Ese día, la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, visitó la Casa Rosada; el día anterior lo había hecho su ministro de Infraestructura, Roberto Gigante, quien volvió a pisar la sede del gobierno nacional el 28 de septiembre, es decir, dos días después del arresto del gremialista.
Oficialmente, Vidal dijo que no sabía que Medina iba a ser detenido y negaba estar inmersa en una cruzada contra los gremios. Pero por esos días una nota del diario Clarín consignó: “Para la mandataria provincial, la Justicia empezó a ser receptiva de los cambios que se registran en la sociedad y los hechos de corrupción ya no pueden ser eludidos por los magistrados”.
En contraste con su afirmación de que no perseguía a los sindicalistas, a principios de octubre, cuando ya se acercaban las elecciones de medio término -el 22 de octubre-, Vidal enfatizaba la lucha contra las supuestas mafias como argumento de campaña. “Durante la gestión de Scioli no se combatían”, dijo en una entrevista con Luis Majul para el programa La Cornisa.
El propio Scioli era uno de los blancos contra los que apuntaban su gobierno y el de Macri. Un mes antes, una causa judicial en su contra por supuesto lavado de dinero, impulsada por Elisa Carrió, se había reactivado luego de ocho meses. Llamativamente, esto ocurrió pocos días después de que Vidal visitara la Casa Rosada, según los registros a los que pudo acceder diario Hoy.
Uno de los alcanzados por las ramificaciones de esa causa judicial era Alberto Pérez, quien se había desempeñado como jefe de Gabinete durante el gobierno de Scioli. Luego de que surgieran las pruebas de la persecución judicial a sindicalistas a través de videos grabados secretamente en la sede porteña del Banco Provincia y de audios del comisario Hernán Casassa, Pérez se sintió reivindicado. Dijo que “no hay dudas” que los gobiernos de Macri y Vidal montaron una persecución contra Scioli y anunció que se propone “ir a fondo” contra ambos y contra los integrantes de las mesas judiciales integradas en sus gobiernos.
Pérez se presentó como querellante en la causa de la “GestaPRO”. Afirmó que también él fue espiado ilegalmente por los “máximos responsables del gobierno provincial” durante el mandato de Vidal.
Por su parte, Mauricio Macri también acrecentó su discurso “antimafias” a principios de octubre, semanas antes de las legislativas.
El expresidente no solo habló de mafias dentro de los sindicatos, sino también del sector empresarial, y aquí es donde llega el caso de Miguel Doñate, un empresario naval a quien vinculaban con Omar “Caballo” Suárez. El 5 de octubre de 2017 Doñate fue imputado, entre otros delitos, por extorsión. “Los mismos delitos por los que está detenido Caballo Suárez”, titulaba Clarín en aquel entonces.
Doñate había sido señalado previamente por el entonces presidente, durante un discurso en la Usina del Arte el 28 de septiembre: “Los comportamientos mafiosos existen en un sector del empresariado y en todo el sistema que tenemos de comercio exterior”, dijo Macri y apuntó: “Yo le digo al señor Doñate, al señor Leguizamón, ¿por qué tenemos que pagar tres veces más de prácticos de lo que se paga en el resto del mundo?".
El otro nombre que menciona Mauricio Macri corresponde al del entonces capitán de ultramar de la Marina Mercante y habilitado por la Armada Argentina como práctico del Río Paraná, Oscar Leguizamón, que en su momento denunció haber sufrido las consecuencias del hostigamiento de Macri. “Tuve que retirar a mis hijas del colegio”, contó en una entrevista a Infobae en septiembre de 2017. Por ende, con estos hechos, no resultan irrelevantes las visitas de Roberto Gigante el 25 y el 28 de septiembre a la Casa Rosada, mencionadas anteriormente, así como tampoco lo son las de María Eugenia Vidal el 26 de septiembre y el 2 y 3 de octubre de 2017.
Vidal contra todos
Entre los no sindicalistas que también quedaron en la mira de Vidal estaba el entonces juez Luis Arias, del fuero Contencioso Administrativo platense. El 2 de noviembre de 2017, Arias, que había frenado el tarifazo que pretendía aplicar Vidal en la Provincia, además de dejar sin efecto algunas medidas que afectaban a los docentes bonaerenses, fue suspendido de su cargo, en un proceso que derivaría en su destitución en agosto del año siguiente.
Vidal había estado en la Casa Rosada solo dos días antes. En diálogo exclusivo con diario Hoy, Arias, hoy concejal del Frente de Todos, dijo que no tiene dudas de que también hubo una “mesa energética” dedicada a garantizar la rentabilidad de las empresas del sector, y que de allí surgió el proceso en su contra (ver nota aparte).