Garro busca desviar la atención con una obra que debió haber terminado hace bastante

Sin gremios que lo molestaran, al intendente le llevó más de cinco años hacer las 30 cuadras del acceso por avenida 66, que justamente se inauguran cuando el video de la Gestapo antisindical lo apunta directamente.

La información presentada el pasado viernes por Cristina Caamaño, interventora de la AFI, mostró que tres funcionarios de la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el intendente de La Plata, Julio Garro, ingresaron al menos en diez oportunidades al organismo de inteligencia mientras se pergeñaba el plan para acabar con todos los sindicatos combativos y no afines a los intereses del macrismo.

Lo preocupante para los platenses es la presencia de Julio Garro, que tras las reuniones tenía una alta exposición mediática, algo extraño para alguien poco afecto a las notas periodísticas, salvo claramente que sirvan a algún propósito.

En ese marco, el intendente que rara vez sale en los medios de su ciudad, si vociferaba a las cámaras y micrófonos de los medios “amigos” del macrismo ubicados en la CABA, desde dónde tiraba nafta al fuego para agitar las llamas que Macri y Vidal encendían en contra de los representantes sindicales como Marcelo Balcedo (Soeme), Juan Pablo Medina (Uocra) o Omar Suarez (SOMU).

Tal y como lo remarcamos desde estas mismas páginas hace apenas dos días, el intendente se vanaglorió de los avances judiciales sobre actores locales que “durante muchos años frenaron el desarrollo de la ciudad” en referencia a Medina, Balcedo y Melazo.

Pero lo cierto es que las mentiras terminan cayendo por su propio peso y los sindicatos nunca fueron un problema para el retraso de las obras, pero el oportunismo político sí. Y si para muestra basta un botón, se puede ver que la cuenta oficial de Twitter del intendente anuncia con bombos y platillos la finalización del acceso de avenida 66 a la ciudad, enumerando una serie de ventajas y necesidades que los vecinos tenían sobre esta importante arteria.

Pero en este sentido son varias las preguntas que cabe hacerse y que, sin pensar demasiado, podrían estar relacionadas con la duración de los trabajos y la sospechosa inauguración, justo en el momento en que las pruebas condenan el accionar de Garro.

El trabajo en el ingreso por 66 implicó realizar una doble mano de unas 25 o 30 cuadras para las cuales el intendente se tomó al menos unos cinco años (sino los seis de gestión). Eso da unas cinco o seis cuadras por año, lo que para la capital provincial es un avance de obra pobrísimo y más teniendo en cuenta la necesidad de un municipio de más de un millón de habitantes y que quienes “frenaban” el avance de la ciudad estaban encarcelados. Más aún, durante los primeros cuatro años de su mandato, Nación, Provincia y municipio, estaban alineados bajo el mismo color político, por lo que si algo no le faltaba a la ciudad, eran fondos para obras, pero 66 recién se puedo inaugurar por estos días, cuando las pruebas apuntan a un Garro, que busca correr el foco de su atención hacia algo que si era tan necesario (y lo era) debió haber sido inaugurado mucho antes

Tres días antes de la reunión en el banco, Julio Garro se juntó con la entonces subdirectora de la Agencia, Silvia Majdalani. Volvió a verla el 14 de noviembre, un mes y medio después de la detención de Juan Pablo “Pata” Medina, el líder gremial de la Uocra que figura en el video como el aparente blanco de la reunión.

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