Crisis en el Garrahan: continúan las medidas de fuerza
Sin ofrecimiento de mejora salarial, los residentes del hospital exigen al Gobierno una nueva reunión con propuestas concretas y urgentes.
Salarios en baja, pymes cerradas y exclusión social récord: el costo real del déficit cero que festeja el Gobierno libertario.
01/06/2025 - 00:00hs
Desde su asunción en diciembre de 2023, el presidente Javier Milei implementó un severo plan de ajuste fiscal, con el objetivo de estabilizar la macroeconomía argentina. Si bien la inflación mensual se redujo de un 20,6% en enero de 2024 a un 2,8% en abril de 2025, este supuesto logro ha tenido un alto costo social.
El costo social del ajuste
Por un lado, la pobreza alcanzó números preocupantes en la primera mitad de 2024, y la indigencia afectó al 18,1% de la población, es decir, a 8,3 millones de argentinos. Además, se perdieron más de 261.000 puestos de trabajo registrados desde el comienzo del mandato libertario, afectando principalmente a la construcción y la industria manufacturera.
Por otra parte, el sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes) ha sido uno de los más afectados por las políticas de apertura comercial y reducción de subsidios. Cerca de 10.000 pymes cerraron sus puertas, dejando a más de 220.000 trabajadores sin empleo.
Críticas desde diversos sectores
Las políticas económicas de Milei han sido objeto de críticas por parte de diversos sectores. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó el ajuste fiscal como un "combo letal" para la economía argentina, señalando que ha generado un aumento del desempleo y una caída del nivel de vida de la clase media.
Incluso desde la Iglesia Católica se han alzado voces críticas. El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, denunció que las medidas de austeridad “contribuyen a una falta de fraternidad y respeto”, y que han “exacerbado la desigualdad social”.
Un modelo económico en debate
Aunque ha recibido el respaldo de algunos países con ideologías afines, el plan económico de Javier Milei está generando una profunda crisis social profunda. Los datos de pobreza, desempleo y destrucción del entramado productivo no son efectos colaterales: son el resultado directo de una política que prioriza los números de una planilla ce cálculos sobre la vida real de millones. Mientras se insiste en recortar, ajustar y desregular, crecen la exclusión, el hambre y la desigualdad.
Así, lo que el Gobierno vende como “orden macroeconómico” es, en los hechos, una licuadora de derechos.