Numerosos referentes participaron del encuentro de fin de año.
La Quinta de San Vicente fue el escenario de un encuentro de fin de año del que participaron miles de militantes peronistas y que tuvo como figuras estelares al diputado nacional Máximo Kirchner, líder de la agrupación La Cámpora y presidente del Partido Justicialista (PJ) bonaerense, y al ministro del Interior de la Nación, Eduardo “Wado” de Pedro.
De esa manera, el peronismo provincial, con un ojo puesto en lo nacional, cerró el año con una muestra de unidad y solidaridad con la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien en un lapso de apenas tres meses sufrió un atentado contra su vida y una condena a prisión que viene en combo con la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, algo que desde el partido se interpreta como una muestra de lawfare o guerra jurídica.
“Quiero agradecerles el acompañamiento y el cariño que siempre le han dado a Cristina, y que ella ha podido devolver en cada acción de gobierno, en cada acción política o siempre que tiene la oportunidad de usar la palabra para defenderlos y proponerles un futuro mejor”, dijo Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta y del ya fallecido expresidente Néstor Kirchner.
El titular del PJ provincial se refirió a los doce años de gobierno kirchnerista entre 2003 y 2015, primero con su padre como presidente y luego con su madre en el sillón de Rivadavia. “Esos doce años pudieron ser buenos porque hubo dirigentes políticos, un presidente y fundamentalmente una presidenta que decidió bancarse el castigo de los más poderosos de la Argentina para de esa manera poner de pie a su pueblo y defender los intereses de los ciudadanos y ciudadanas argentinas”, expresó.
“Hoy están en juego muchas más cosas que una simple elección. A Cristina, que es nuestra mayor líder, no solo la quisieron matar, sino que la quieren proscribir”, dijo en la ocasión el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, quien además es presidente del justicialismo de Lomas de Zamora, distrito del cual fue intendente.
“Debemos pensar en el difícil momento que vive la democracia. Hoy no hay otra consigna que no sea mafia o democracia. No hay posibilidad de democracia con estos grupos de poder”, dijo Insaurralde.