El sanitarista ya no se apega de manera férrea al discurso con el que empezó a defender el cierre de las escuelas:
El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, se refirió a la vuelta de los alumnos a las escuelas bonaerenses al indicar que “es necesario volver a la presencialidad, nos vamos a tener que ir acostumbrando a convivir con esta realidad”.
El sanitarista ya no se apega de manera férrea al discurso con el que empezó a defender el cierre de las escuelas, en el que indicaba que los alumnos podían ser un foco de contagio, y declaró que “tenemos miedo de que nos pase lo que le pasó a Israel, donde bajaron los casos, liberaron las aulas universitarias, secundarias y primarias, la situación eclosionó y el segundo pico fue superior que el primero”.
Gollan señaló que en primera instancia la vuelta a las aulas está prevista para el 1° de marzo, según los deseos del gobernador Axel Kicillof, y en ese marco precisó que “todavía no está absolutamente definido el modelo, el concepto es que va a ser una presencialidad con chicos ubicados cada metro y medio, durante cuatro horas, dos veces por semana, y hay que armar las formas remotas, lo que implica un esfuerzo porque al docente se le duplica el trabajo”, y remarcó que “habrá un control muy fuerte del aire de los ambientes”.
El funcionario buscó tomar distancia de lo que en este sentido sucede en CABA y retomó el ejemplo israelí (ahora con menos vehemencia y de manera algo más laxa) al sostener que “no larguemos tan rápido, estamos viendo la experiencia de Israel, volver rápido con muchos chicos los llevó a cerrar por la segunda ola”.
“No vemos una situación donde sea conveniente empezar tan de golpe, preferimos ir un poco más despacio con la mayor seguridad posible”, indicó, y agregó: “Para que la escuela no se convierta en un agente de contagio muy grave, tenemos que ir de menor a mayor”.
Finalmente, analizó la situación epidemiológica en la Provincia, anticipando que esta semana habrá “un descenso lento” de casos de Covid-19, y asegurando que el invierno estará regido “por una situación compleja, no cómoda ni nada”.