Avanza la planta potabilizadora que mejorará el servicio en La Plata y la región
La obra permitirá aumentar en casi un 80% la producción y distribución de agua potable en La Plata, Berisso y Ensenada.
Con la expresidenta al borde de la prisión domiciliaria, el gobernador llamó a su gabinete e intendentes a defender la unidad del peronismo y no caer en provocaciones.
13/06/2025 - 00:00hs
El impacto político por la condena contra Cristina Fernández de Kirchner generó una rápida reacción en la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof, reorganizó por completo su agenda y la de su gobierno. Canceló sus actividades, suspendió plenarios partidarios y se puso al frente de una convocatoria a la unidad del peronismo bonaerense, con un doble mandato a sus funcionarios e intendentes: mantener la calma y salir a bancar.
El Gobernador reunió en La Plata a su núcleo de confianza, compuesto por ministros, jefes comunales y referentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), donde se acordó postergar cualquier discusión interna y concentrarse en respaldar a Cristina. “No es momento de hablar de candidaturas ni de reelecciones. Hay que defender al peronismo”, fue el mensaje que bajó Kicillof en la Gobernación.
La suspensión de su participación en los plenarios del MDF fue leída como una señal política, pero también como un intento de contener el malestar y evitar provocaciones. “Estamos en alerta para que no ocurra una humillación”, advirtió una fuente cercana al mandatario, en referencia a una eventual imagen de la expresidenta esposada o encarcelada.
Mientras tanto, se activó una red de movilización en distintos puntos del territorio bonaerense. Desde Tandil hasta Florencio Varela, pasando por La Plata, intendentes y militantes organizaron manifestaciones en respaldo a la expresidenta. Quienes dieron el puntapié inicial fueron los intendentes Jorge Ferraresi y Mario Secco, que el pasado miércoles marcharon desde Avellaneda hasta el domicilio porteño de Cristina, en San José y San Juan, símbolo del respaldo territorial del MDF.
“Pongan la cara y el pecho, pero sin descuidar la gestión”, les pidió Kicillof a sus funcionarios. La directiva fue clara: ni paralizar el Gobierno ni fomentar divisiones. La consigna es aguantar en unidad, con el foco puesto en septiembre, cuando se celebren las elecciones en la provincia más populosa del país.
En ese contexto, el mandatario también recordó un acuerdo tácito: respetar la voz de Cristina en las decisiones políticas que vienen. Aunque aún no se definió cómo ni cuándo se sentarán los actores clave del peronismo a ordenar el mapa interno, en La Plata aseguran que cualquier interlocutor que proponga la expresidenta será legítimo.