El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, comienza a posicionarse como un potencial candidato presidenciable. Durante el acto por el Día de la Lealtad en Berisso, dejó entrever sus aspiraciones mientras pedía unidad en el peronismo a pesar de las tensiones internas.
Axel Kicillof dio un paso firme hacia la contienda de 2027. Durante el acto por el Día de la Lealtad en Berisso, donde fue el único orador, insinuó su deseo de competir por la presidencia. Aunque mencionó que "falta mucho para hablar de candidaturas", la multitud coreando "Axel presidente" lo posicionó claramente en la carrera por el máximo cargo. Acompañado de intendentes y sindicalistas, pidió unidad en el peronismo y criticó las políticas del presidente Javier Milei: "La única pelea que me interesa es contra las políticas de Milei", afirmó, estableciendo al líder libertario como su rival a vencer.
Luego de dar muestras de independencia con su “madre política”, Cristina Fernández, el mandatario quiere jugar en el plano nacional sin estar sujeto a decisiones que puedan surgir desde el kirchnerismo, por lo que luego de estos últimos indicios, todo indica que Axel se lanza como un candidato para hacerle frente a Milei.
Las tribus del peronismo, hoy su batalla interna
No obstante, Kicillof enfrenta desafíos internos. Aunque cuenta con respaldo de sindicatos y movimientos sociales, su relación con Cristina Fernández de Kirchner es tensa. En el día de ayer, la ex presidenta, comentó puertas adentro que "los Poncio Pilato en el peronismo no van más", lo que muchos interpretaron como una indirecta al gobernador.
Por su parte, Oscar Parrilli, cercano a Cristina, también lo criticó, exigiendo un claro apoyo de Kicillof para que Fernández de Kirchner lidere el PJ. Lamentó que al gobernador "le dé lo mismo" si el partido es presidido por ella o por Ricardo Quintela, lo que refleja el delicado equilibrio que Kicillof debe manejar entre su gestión provincial y sus aspiraciones presidenciales.
Además, figuras de La Cámpora como Mariano Recalde y Mayra Mendoza también cuestionaron su liderazgo. Recalde criticó la falta de decisión del gobernador, mientras que Mendoza fue más directa al señalar su tibieza: "Ni el mate, ni la cerveza, ni el amor son tibios", afirmó la intendenta de Quilmes.
Kicillof continúa caminando una línea fina. Si bien se ha consolidado como un referente de la oposición a Milei, también debe lidiar con las disputas internas del Frente de Todos. Su reto será consolidar su liderazgo, unir al peronismo y mantenerse relevante para llegar a 2027 sin perder el respaldo de aquellos que lo apoyaron en sus primeros años en la política. La gran incógnita es si logrará hacerlo sin romper con el kirchnerismo.