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La pesca y la acuicultura son dos actividades claves para el desarrollo económico de la Argentina y en conjunto pueden llegar a generar más de 150.000 puestos de trabajo, según indicó el subsecretario del sector, Carlos Damián Liberman.
31/08/2022 - 00:00hs
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) determinó que la producción pesquera y acuícola mundial alcanzó un récord de 214 millones de toneladas en 2020, debido en gran medida al crecimiento de la acuicultura, que representa el 49% de la producción mundial. De esta manera, el comercio internacional de estos productos ascendió a los 151.000 millones de dólares aproximadamente en 2020.
Por su parte, Argentina es un exportador neto de productos pesqueros, con un notable ascenso en los últimos tres años. Solo en 2020, el país exportó 498.457 toneladas de productos de la pesca, por un valor de 1.729 millones de dólares, lo que representó una suba interanual del 3,9% en comparación con 2019.
Estos valores indican que la actividad pesquera superó las exportaciones de cualquier otra proteína animal, siendo uno de los principales complejos generadores de divisas para el país, además de la producción para consumo interno.
“En 2019 se exportaron 60 toneladas de pescado provenientes de la acuicultura. En 2020 fueron 2.100 toneladas y 3.833,7 toneladas en 2021. En menos de cinco años serán 30.000 y para 2030 serán 42.000 toneladas”, indicó en una entrevista el director nacional de Acuicultura, Guillermo Abdala.
Asimismo, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman, explicó hace unos días que “en el mundo el 55% del pescado que consumen los seres humanos proviene de la acuicultura, entonces si localmente logramos subirnos a ese camino y que los 2.000 millones de dólares que exportó la pesca el año pasado representen el 45% de las divisas que genera el pescado, este sector tiene una potencialidad de 2.500 millones, y además puede igualar o incluso superar los empleos directos e indirectos que hoy genera la pesca extractiva, que son alrededor de los 150.000”.
Debido a estos valores, la actividad pesquera, incluida la acuicultura, fue declarada esencial por el Estado nacional, debido a la integración de gran parte de los eslabones de sus cadenas, a la demanda de productos sustentables por los grandes consumidores y por ser el mar Argentino un recurso natural de enormes condiciones y potencial para favorecer el cultivo y el desarrollo de la actividad.
En ese marco, existen políticas públicas nacionales que promueven la actividad, particularmente desde la sanción de la ley nº 27.231, el financiamiento que provee el Fondo Nacional Acuícola (Fonac) y la existencia de una comisión técnica nacional (CATA), que actúa como órgano consultivo federal y de evaluación para la asignación de fondos a proyectos.
Al respecto, Liberman señaló que “el objetivo de la ley, desde una mirada productiva pero también sostenible, es que el sector se diversifique, que se generen emprendimientos productivos, generadores de empleo en todas las provincias”, y agregó: “Hemos financiado proyectos de investigación y desarrollo por más de 200 millones de pesos y vamos a seguir sumando financiamiento al sector. Lo central es que los emprendimientos van desde el Sur del país, como Santa Cruz, hasta provincias del Norte, como Tucumán o Misiones, y del centro como Santa Fe”. “La acuicultura puede instalarse y crecer en forma sostenida en todo el territorio”, concluyó.
En los últimos años se crearon también la Red de Fomento de la Acuicultura (Refacua) del Conicet y la Comisión Nacional de Sanidad y Bienestar de los Animales Acuáticos del Senasa, con la participación activa en todos los casos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Estas políticas de Estado y sus lazos institucionales se dan en el marco de una fuerte proyección de crecimiento de la actividad, liderada en estos últimos dos años por las grandes inversiones en el cultivo de trucha y mejillón en el Sur argentino, destinadas fundamentalmente a exportación, y por la instalación de dos frigoríficos destinados exclusivamente a productos acuícolas, uno en la provincia del Chaco destinado a la faena de pacú, y otro en Río Negro, destinado a la trucha arcoíris. La producción de estas especies es la de mayor representación en el total cultivado a nivel nacional.
Es así que Argentina cuenta con un proyecto de acuicultura sustentable ante el cultivo de trucha arcoíris que se desarrolla en la cuenca del Limay (provincias de Neuquén y Río Negro), en aguas certificadas por Senasa y en total armonía con el medioambiente.
De esta manera, ante una fuerte proyección, con visión de crecimiento, producción y sustentabilidad, desde el acompañamiento del Estado, en articulación con las instituciones y el sector privado, la actividad tiene un futuro prometedor tanto para la exportación de productos de calidad como para el emprendimiento y desarrollo interno.