El Gobierno habilitó la actuación de las Fuerzas Armadas en el interior de país
El Ejecutivo oficializó este viernes una nueva normativa para el Sistema de Defensa Nacional que amplía el alcance y las capacidades de las Fuerzas Armadas.
La mitad de los hogares argentinos no logra cubrir la canasta básica, según datos del Indec. La recesión planificada, el ajuste feroz y la desigualdad estructural marcan el rumbo de un gobierno que prioriza la exclusión.
21/12/2024 - 00:00hs
Un reciente informe del Indec revela una alarmante realidad social y económica. Durante septiembre, el ingreso familiar promedio fue de $842.000, mientras que el monto necesario para superar la línea de pobreza alcanzó los $964.000. Este déficit evidencia el impacto de la creciente desigualdad, profundizada por políticas que agravan la situación de los sectores más vulnerables.
El ingreso promedio del 40% de la población apenas ronda los $233.000, y la brecha entre los más ricos y los más pobres se amplía: el 10% con mayores ingresos obtuvo 16 veces más que el 10% más desfavorecido. Además, el 19,3% de la población se encuentra por debajo de la mediana del ingreso per cápita familiar, cifra que ha aumentado respecto al 18,1% registrado el año anterior.
El deterioro de los ingresos frente a la inflación es evidente. Según el informe, la suma total de ingresos de los hogares en el tercer trimestre creció un 238,6% respecto al mismo período de 2023, pero quedó 2,2 puntos porcentuales por debajo de la inflación, que se ubicó en 236,4%. Este desajuste impacta directamente en el poder adquisitivo de las familias.
A esta crisis económica se suma la precarización del acceso a servicios esenciales. Más del 45% de los hogares, lo que representa a 14 millones de personas, carece de al menos uno de estos recursos básicos: agua, gas o electricidad. Este porcentaje aumentó en comparación con el año anterior, reflejando un retroceso en la provisión de bienes fundamentales.
La gestión del Gobierno de Javier Milei profundizó esta situación con políticas que recortan programas esenciales y retiran al Estado de áreas clave. Según el Indec, el ingreso medio de trabajadores formales con aportes jubilatorios es de $810.560, mientras que los informales apenas alcanzan los $334.819, una disparidad que refuerza la desigualdad.