Caída de la actividad, destrucción del empleo y desplome del consumo marcan el rumbo de la gestión libertaria. La industria, la construcción y el comercio —que concentran casi la mitad del empleo privado— se hunden mientras crece la desocupación.
01/08/2025 - 00:00hs
A 19 meses del inicio del gobierno de Javier Milei, los indicadores de la economía real muestran un panorama alarmante. Según un informe del Ministerio de Economía bonaerense con datos actualizados a mayo de 2025, la actividad productiva continúa en caída, se siguen destruyendo empleos y el consumo está en niveles críticos.
En comparación con mayo de 2023, la industria manufacturera se redujo un 10,1%, la construcción se desplomó un 26,7% y el comercio cayó un 4,3%. Estos tres sectores explican el 44% del empleo privado registrado, por lo que su retroceso tiene un impacto directo sobre el mercado laboral.
Entre noviembre de 2023 y abril de 2025 se destruyeron 493 mil empleos registrados. La industria manufacturera perdió 59 mil puestos, la construcción 104 mil y el sector público también achicó su planta en 56 mil trabajadores. El empleo doméstico cayó en 28 mil y el transporte en otros 14 mil. A la par, la desocupación general trepó al 7,7%, y entre los varones jóvenes alcanzó el 15,1%.
El deterioro se refleja también en el consumo. Las ventas en supermercados mayoristas cayeron un 17,6%, las de autoservicios mayoristas se derrumbaron un 66,4% y el índice de ventas en supermercados a precios constantes bajó un 4,7%. La pérdida de poder adquisitivo, combinada con la recesión y la incertidumbre, genera un círculo vicioso que golpea a los sectores más vulnerables y achica el mercado interno.
Pese a las promesas de recuperación a través del ajuste, los datos oficiales confirman que la economía no reacciona. En lugar de dinamizar la inversión o mejorar el empleo, el plan económico de Milei profundiza la recesión, paraliza la producción y deja a millones sin horizonte. La economía real, la que se vive en las casas, los comercios y los barrios, está en rojo.
Con cada mes que pasa, la lógica del ajuste perpetuo se consolida como un camino sin salida. El Estado se retira, el mercado no responde y la sociedad paga los costos de un experimento que castiga el trabajo, vacía las góndolas y empobrece a la mayoría.