Así lo dispuso la jueza Marta Cirulli tras el fracaso del proceso de salvataje de la firma.
La jueza en lo Comercial Marta Cirulli decretó hoy la quiebra del Correo Argentino S.A., empresa del Grupo Macri, tras dar por fracasado el proceso de salvataje, informaron fuentes judiciales.
“Hágase saber la quiebra decretada, a cuyo fin ofíciese a la Inspección General de Justicia, y al Banco Central de la República Argentina. Requiérasele asimismo a este último, que comunique el estado de falencia a todas las instituciones de crédito del país, las que deberán trabar embargo sobre todas las sumas de dinero y otros valores que se encuentren depositados a la orden de la fallida, y procedan a transferirlos al Banco de la Ciudad de Buenos Aires, a la cuenta de autos y a la orden de la suscripta”, explicitó la jueza.
La magistrada tomó la medida luego de que fuera rechazada una nueva propuesta de la empresa postal que no satisfizo el interés del Estado Nacional, acreedor Categoría A, según surge del fallo.
En el texto, Cirulli recordó que de las 6 firmas que se presentaron al salvataje, solo el propio Correo Argentino S.A. "mantuvo el interés de seguir con el trámite", y explicó que la oferta realizada tampoco satisfizo a los acreedores necesarios como para prosperar.
La jueza señaló que la oferta realizada por la concursada solo representaba el 100 por ciento de la deuda a los ojos de la propia empresa, pero que no abarcaba el valor actual de la misma.
También hizo referencia a la supuesta conformidad que la empresa deudora atribuyó a los acreedores de Categoría C, que habían prestado acuerdo a ofertas realizadas hace casi 20 años, en otra instancia del proceso concursal. "A lo largo de todo ese tiempo variaron sensiblemente los indicadores económicos y sobrevinieron sucesivas devaluaciones de nuestro signo monetario con gran pérdida del valor adquisitivo, lo cual es de conocimiento público. En esa situación, no podría razonablemente suponerse que aquellos acreedores Categoría C -antes aquiescentes- aceptarían ahora la llamada mejora de propuesta, tratándose de créditos devengados hace dos décadas", sostuvo Cirulli.
Consideraciones de la jueza
En el fallo, la magistrada puso de manifiesto, "aún cuando parezca inusual, las tantas veces reiteradas particularidades que exhibe este trámite, y su extraordinaria atipicidad concursal".
Entre ellas, destaca que "efectué mis reflexiones serenamente, tras un estudio profundo y minucioso de las muy singulares aristas de este procedimiento, como resulta de la totalidad de las consideraciones efectuadas y de la base legal utilizada.
Asimismo, recalca: "Me hice cargo de la dificultad que enfrentará el lector común para comprender cabalmente los fundamentos expuestos en el cauce de tan atípico trámite, por lo cual intenté desarrollarlos con la mayor sencillez y simpleza posibles".
"Invertí todos los esfuerzos jurisdiccionales imaginables para tutelar el interés de la totalidad de los sujetos comprendidos en el procedimiento, cual se puede percibir fácilmente de una detenida lectura de la causa principal y de los Incidentes de Investigación aún en trámite", explica en el fallo.
Y aclara que concluye la cuestión "de la única forma legal posible, sin ningún margen de duda".
El concurso de acreedores del Correo Argentino se inició en 2001, cuando la empresa del Grupo Macri ya había dejado de pagar hace años el millonario canon que le correspondía para poder explotar la concesión del correo oficial.
Durante el gobierno macrista, el Estado aceptó una oferta del Grupo para pagar la deuda en 15 cuotas; acuerdo que no prosperó porque la fiscal de la Cámara Comercial Gabriela Boquín determinó que dañaba las arcas del Estado.
La intervención plena del Correo Argentino S.A. se decidió finalmente en marzo de este año, pero el intento de salvataje no prosperó.