Larreta salió al cruce de Macri y continúa la tensión en JxC

La interna en Juntos por el Cambio (JxC) se pone cada vez más picante, y es que, tras la decisión unilateral del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de hacer concurrentes las elecciones porteñas con las nacionales, criticada fuertemente por parte de las principales figuras de la coalición de derecha, tuvo que salir a defenderse.

En su primera aparición pú­blica tras los anuncios que chocaron de lleno con la voluntad de Mauricio Macri, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, la decisión del jefe comunal fue intentar poner paños fríos a la candente situación en que él mismo dejó a ese espacio. “No participo de discusiones internas”, afirmó.

Asimismo, en la breve conferencia, aseguró que “la unidad del PRO y de Juntos por el Cambio está más garantizada que nunca” (algo que no se refleja en los hechos, como cada contradicción de la coalición), y negó lo innegable: que la unificación de los comicios favoreció al radicalismo.

“Yo siempre trabajo y voy a trabajar por la unidad”, dijo Larreta durante la conferencia llevada a cabo en un cuartel de bomberos del barrio de Parque Patricios, acompañado por su ministro Eugenio Burzaco y el asesor Waldo Wolff. Y puntualizó que, por ello, “nunca me van a escuchar criticando cuestionando a otro miembro de JxC”.

Luego, con un esforzado tono de voz calmo, negó que la unificación de los comicios en la Ciudad le haya dado una ventaja al radicalismo y a otros aliados. Dijo que “con este sistema no hay favorecidos”, sino que, por el contrario, pone a los actores de la interna de JxC “en igualdad de condiciones”.

Lo que una y otra vez defendió Rodríguez Larreta fue su potestad de determinar cuándo y cómo votan los porteños. “Si hay una diferencia, la discutimos. Pero esta es una decisión que tomo como jefe de Gobierno”, situación que enfurece a Mauricio Macri por no consultar las cuestiones que afectan a la coalición.

En este punto, recalcó que “el Código Electoral (de la Ciudad) es clarísimo: se vota con boleta única”, e insistió que en este sentido “estamos cumpliendo con la ley”. Asimismo, defendió el sistema de Boleta Única Electrónica y se comprometió a impulsar su utilización en todo el país, “si es que la gente me elige como presidente”.

En tanto, Macri reunió ayer por la mañana a los máximos referentes de su partido para discutir la jugada del jefe porteño. En el encuentro, que se realizó vía Zoom, hubo fuertes críticas y reproches al alcalde. Uno de los más enérgicos fue el expresidente, quien le achaca a su exjefe de Gabinete durante ocho años en la Ciudad no haberlo consultado sobre una medida que afectaba los intereses del PRO.

También se escucharon duros cuestionamientos de Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal. Larreta no participó de la cumbre, pero envió a dos representantes, Diego Santilli y Eduardo Machiavelli, quienes dieron una argumentación técnica y legal de la definición del jefe porteño. Insistieron en que Larreta tiene la potestad de decidir si unifica o desdobla las elecciones porteñas y si se emplea o no la boleta única, según establece el Código Electoral porteño, que fue aprobado en octubre de 2018 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Esa ley permite adherir o no a la elección nacional. De hecho, Larreta fue reelecto en 2019 con el formato de lista sábana.

Macri, Bullrich y Vidal salieron al cruce de la justificación técnica de los representantes del alcalde en el encuentro. Es decir, que la Ciudad se apega al Código Electoral. “No vengan a traer un argumento legal cuando esto tuvo claramente una motivación política”, bramó el expresidente, según relataron varios de los presentes. Sin embargo, parecen olvidar que Macri tomó decisiones similares en 2015 y 2019.

En ese sector creen que la maniobra de Larreta tiene un único propósito: consolidar su acuerdo con una rama interna del radicalismo que responde a Gerardo Morales, y beneficiar a Lousteau en la Ciudad, quien reclamaba reglas claras de competencia. En rigor, el senador intuía que corría con desventaja si la boleta de jefe de Gobierno iba colgada de la de presidente. Es que tanto Larreta como Bullrich son más competitivos en los sondeos que Morales o Facundo Manes, postulantes del radicalismo.

Con ese trasfondo, el fundador del PRO no ocultó su enojo con Larreta por una decisión que considera intempestiva. Repitió que estaba desilusionado con el accionar del jefe porteño, sobre todo porque el domingo Macri creía que la decisión aún no estaba tomada. Así se lo habían transmitido los laderos del alcalde a los colaboradores del expresidente.

Incluso, los jefes del PRO les habían pedido a Larreta y sus leales organizar una reunión por Zoom el domingo, cuando el alcalde aún no estaba en el país. Les respondieron que preferían juntarse el martes o miércoles, cuando Larreta volviera de España. Y negaron que ya tuvieran una definición, aunque se supo luego que el video del anuncio había sido grabado la semana pasada, lo que enfureció a Macri y sus secuaces.

Además, los larretistas subrayaron que la UCR porteña, que controlan Emiliano Yacobitti y Daniel “El Tano” Angelici, amenazaba con judicializar el tema si el alcalde no apelaba a la vía de la “concurrencia”.

Al término de la reunión, Federico Pinedo propuso organizar un encuentro presencial con Larreta. La idea quedó en el aire, sin confirmación. De esta manera, la pelea por la votación en la Ciudad anticipa un cierre de listas de alto voltaje en el PRO.

No tan distintos

Macri en 2015 hizo votar a los porteños seis veces, con boleta única en CABA. Ahora no la quiere. En 2019 le impuso a Larreta la lista sábana, para tener arrastre para su reelección. Cambió las “reglas” por conveniencia.

Larreta en 2019 convocó a votar con lista sábana en CABA con elecciones unificadas. Ahora cambia el sistema por conveniencia.

Jorge Macri en 2021 cuestionaba a un porteño (Santilli) candidato en la Provincia, y ahora será candidato en CABA, siendo presidente del PRO bonaerense.

Lousteau fue candidato a senador de JxC por CABA en lista sábana. Ahora cuestiona esa estrategia, y en 2015 dijo que la Boleta Única Electrónica (BUE) era ­hackeable. Ahora dice que es un sistema “moderno” y respalda el cambio.