Los datos desmienten a Milei: el salario mínimo cayó 28% en el último año

Un estudio del IIEP de la UBA revela que el salario mínimo perdió un 28% de su valor real en el último año, ubicándose en niveles similares a los de 2001. Además, se registró una caída significativa en el empleo formal, desmintiendo las afirmaciones del presidente Milei sobre una mejora en los ingresos.

El pasado miércoles, el Presidente Javier Milei afirmó que "los salarios reales están por encima de lo que recibimos al asumir: eran de US$300 y hoy son de US$1100". Sin embargo, un reciente estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA revela una realidad distinta: Según este informe, el salario mínimo vital y móvil (SMVM) sufrió una caída del 28% en términos reales entre noviembre de 2023 y octubre de 2024. Además, el poder adquisitivo del salario se encuentra en niveles similares a los registrados en 2001, previos al colapso de la convertibilidad, y ha perdido un 60% respecto al máximo histórico alcanzado en 2011.

Este deterioro salarial comenzó en diciembre de 2023 tras la asunción de Javier Milei y la posterior aceleración inflacionaria impuesta por la gestión libertaria. Aunque en julio de 2024 se observó una leve recuperación, los meses posteriores estuvieron marcados por descensos consecutivos. En octubre, el SMVM equivalía a apenas $271.571 en pesos constantes, contradiciendo categóricamente las declaraciones del mandatario.

El informe también advierte sobre la pérdida de empleo formal. Entre diciembre de 2023 y enero de 2024 se registraron 74.000 bajas en puestos de trabajo registrados, y esta tendencia negativa continuó en los meses siguientes. En términos absolutos, el nivel de empleo formal en agosto de 2024 era inferior al registrado en noviembre de 2022 y en cualquier mes de 2023, pese a una estabilización reciente.

Los datos expuestos por el IIEP desmienten la narrativa oficial que busca presentar logros económicos inexistentes. Este estudio subraya el impacto de la crisis económica en el mercado laboral y el ingreso de los trabajadores argentinos, evidenciando la desconexión entre el discurso presidencial y la realidad cotidiana.