Los frigoríficos, entre las pérdidas y los aumentos

Debido a la delicada situación, algunos establecimientos dejaron de pagar los impuestos. Los incrementos en las tarifas y la caída de la actividad son los principales problemas 

El escenario para los frigoríficos se presenta cada vez más complicado. Algunos establecimientos del interior ya han dejado de abonar las contribuciones patronales, las ART y, en algunos casos, no se ingresa IVA. Desde el sector advierten que, en caso de continuar así, tendrán que dejar de pagar la compra de hacienda para faena.  El incremento en las tarifas de luz y de gas, sumado a la caída en los volúmenes de la actividad y las fuertes pérdidas económicas, dificulta cada día más la actividad frigorífica.

A todo esto se suma la pérdida por kilo faenado, lo que consecuentemente impide sostener el pago de impuestos para algunas firmas. Hay frigoríficos que pierden 20 centavos por kilo, mientras que otros $1,50. En promedio, la pérdida es de $1 por kilo faenado, producto del impacto que tuvieron la caída en el consumo, la disminución del valor del cuero, el aumento en el costo de las tarifas de servicios y la paritaria salarial. Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), explicó que el escenario “no cambió” y que “el crash se va a producir con el no pago de hacienda”.

El incremento en los servicios es tal que algunas empresas de la industria ganadera pasaron de pagar $400.000 de electricidad a $1.400.000 y, en el caso del gas, hasta 20 veces más. A esto hay que sumarle, también la suba en los combustibles que, solo en el primer semestre, alcanzó más del 30%. 

Por su parte, Urcía detalló que hay establecimientos que acuden al “diferimiento del pago de impuestos para cubrir el quebranto causado por el aumento salarial y de tarifa, la caída de faena, el incremento en el precio de combustibles y la baja de los valores de sus productos, como el cuero, hueso y cebo”. También señaló que en el mercado interno no hay “mayor volumen adquisitivo que convalide mayores precios” y que “el costo operativo del frigorífico hoy arroja pérdida”.

Ante esta situación, Urcía dijo que “la industria le pide al Gobierno transparentar el negocio de la carne, ya que entre los que no cumplen (con la normativa sanitaria e impositiva) y el que lo hace hay una diferencia abismal”. Además, solicitó a las autoridades nacionales incentivar con beneficios fiscales a la producción de novillos de 450 kilos. 

Los precios internacionales de la carne vacuna han bajado hasta un 20% y, con el aumento de los costos internos, la industria argentina hoy no se presenta como competitiva. “En cuanto al mercado internacional, la hacienda argentina está 70 centavos de dólar más cara que en los países vecinos de Paraguay, Uruguay y Brasil”.  

En un informe que se conoció la semana pasada, se detalló que entre 2011 y 2015 cerraron aproximadamente 5.000 empresas que no podían exportar. La mayoría de ellas eran pymes y los más perjudicados fueron los frigoríficos.