Más voces opinaron sobre la reforma de la Justicia

"Es un proceso de recuperación del Poder Judicial, equivalente a la recuperación que hubo que hacer de las Fuerzas Armadas tras la Dictadura", aseguró el titular de la Oficina Anticorrupción

Los procesos de reforma judicial en Argentina estuvieron vinculados con la llegada de la democracia y la necesidad de resguardar los derechos humanos. De todos modos, después de las reformas de los años 90, decantó en “deformaciones del sistema que hay que corregir y rescatar. Es un proceso de recuperación del Poder Judicial, equivalente a la recuperación que hubo que hacer de las Fuerzas Armadas tras la Dictadura; algo que no se puede hacer con los responsables de las atrocidades adentro de las instituciones, y que requiere de una participación total del poder político con toda su tenacidad, coraje, tiempo y decisión”. Así opinó el titular de la Oficina Anticorrupción Félix Crous ante la agencia Telam.

“En nuestro país hubo oleadas reformadoras, pero lo anunciado por el Presidente Alberto Fernández es una acción de rescate que se puede equiparar a la transición democrática del 83”, agregó Crous.

El funcionario afirmó que la reforma impulsada por el Presidente es mucho “más amplia” que lo que anunció la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2013 cuando habló de la “democratización de la Justicia”, ya que lo impulsado por la actual vicepresidenta “fue una batería de leyes, algunas demolidas por la Corte Suprema, y otras puestas en práctica a medias”.

Consultados sobre si será “posible” llegar a las modificaciones impulsadas –entre las que figura la constitución de un comité asesor con análisis sobre el funcionamiento del Consejo de la Magistratura, la Corte Suprema, los tribunales federales y el Ministerio Público Fiscal-, Crous respondió: “Quién hubiera dicho que era posible juzgar a (el expresidente de facto Jorge Rafael) Videla. Se puede ganar, perder o empatar, pero lo que no se puede, es no intentarlo”.

Asimismo, recordó: “Hay una convocatoria generosa del Presidente en la conformación de la comisión de juristas” porque “ninguno tiene un alineamiento incondicional con el oficialismo, todos tienen un prestigio que garantizar y además hay un sesgo general de un fuerte liberalismo que ha tenido muchas diferencias con el peronismo”.

Paula Litvachky es la directora ejecutiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y afirmó que cuando Alfonsín intentó armar una reforma en 1987 fue muy resistida.
“Luego, en los 90 (el expresidente Carlos) Menem reforma la Justicia Federal con una orientación particular que es modificada años después por el expresidente Néstor Kirchner -en la Corte Suprema- pero que, con el correr del tiempo, se continúa desvirtuando y hoy aparece muy alejada del concepto de Justicia”, manifestó.

Litvachky remarcó su “expectativa” respecto de esos cambios, aunque aclaró que son procesos “tan amplios que de lo que se trata, en muchos casos, es de hacer una redistribución de competencias en personas, una redistribución de la lógica de funcionamiento, que no puede ser independiente de las políticas más generales”.

“Hablar de la reforma judicial es una etiqueta muy grande, están las reformas al Consejo de la Magistratura, por ejemplo, que fueron muy problemáticas y ninguna resolvió seriamente cuál debía ser el rol del organismo para hacer la diferencia”, finalizó.