El Gobierno intervino el hospital Laura Bonaparte
En medio del conflicto por el vaciamiento del centro de institución sanitaria, el Ministerio de Salud anunció la intervención del nosocomio.
El Presidente argentino calificó ayer por la mañana al feminismo de “siniestra aberración” y al “wokismo” como un “cáncer que debe ser extirpado”.
24/01/2025 - 00:00hs
En su discurso en el Foro de Davos, en el cual se esperaba que hable de economía, Javier Milei protagonizó una intervención cargada de ataques y afirmaciones que generaron rechazo en múltiples sectores. El mandatario argentino no sólo descalificó las políticas de inclusión y diversidad, sino que también recurrió a comparaciones y declaraciones que banalizan problemáticas sociales.
El mandatario argentino afirmó que el feminismo busca "privilegios" y criticó el concepto de femicidio, argumentando que este tipo de crímenes promueve la idea de que "la vida de una mujer vale más que la de un hombre". Según él, la brecha salarial de género es inexistente y responde a elecciones profesionales. Además, señaló que el wokismo, al que describió como “un régimen de pensamiento único”, promueve prácticas que calificó de “criminales”, como la diversidad sexual y los derechos de las personas trans.
El Presidente también realizó afirmaciones polémicas sobre la comunidad LGBT+, refiriéndose al caso de dos hombres homosexuales condenados por abuso infantil en Estados Unidos como ejemplo de los “peligros” de esta diversidad. En este contexto, comparó tratamientos médicos para menores trans con “experimentos” propios de épocas oscuras de la humanidad.
Además de su ataque a las políticas de género, Milei arremetió contra el ambientalismo, acusando al movimiento ecologista de considerar a los humanos como un “cáncer” para el planeta. Defendió el desarrollo económico por encima de las regulaciones medioambientales, calificando estas últimas como un obstáculo promovido por el wokismo.
El discurso de Milei en Davos no solo encendió la polémica por su contenido, sino que dejó en evidencia su intención de profundizar una agenda política que minimiza las luchas sociales y desacredita los avances en derechos humanos alcanzados en las últimas décadas.