Bajo la consigna “pan, techo y trabajo”, organizaciones sociales y gremiales marcharán este 7 de agosto contra el ajuste libertario.
06/08/2025 - 00:00hs
La tradicional marcha de San Cayetano, convocada todos los 7 de agosto, se convertirá este año en una masiva manifestación contra el gobierno de Javier Milei. Con la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, sindicatos, movimientos sociales y organizaciones de derechos humanos confluirán en las calles para denunciar el brutal ajuste que golpea al mundo del trabajo.
La CGT, ATE Nacional y la UTEP ya confirmaron su presencia. También participarán la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores y espacios como Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Evita.
Como cada año, el punto de partida será el santuario de San Cayetano en Liniers, a las 8 de la mañana. Desde allí marcharán hacia Plaza de Mayo, con una concentración intermedia a las 13 en Diagonal Norte y Florida.
La convocatoria tiene un objetivo político claro: visibilizar la creciente precarización laboral y social, y exigir el llamado a un paro general. “Tenemos un Gobierno que solo se dedica a juntar dólares para pagarle al FMI. Nos conducen directamente hacia una tragedia”, advirtió el titular de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar.
La antesala de un nuevo paro nacional
El lunes pasado, Aguiar mantuvo una reunión con referentes de la UTEP en la que definieron una “Jornada Nacional de Lucha” para este jueves. Además, ATE anunció un cese de tareas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde el mediodía para facilitar la participación en la movilización.
“Esta marcha tiene que ser multitudinaria y convertirse en la antesala de un nuevo paro general”, remarcó Aguiar. El gremio que encabeza se movilizará junto al Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo, ampliando aún más el espectro de actores que denuncian la profundización de la crisis.
Desde la CGT, que confirmó su participación con su propia columna, también se busca enviar un mensaje contundente al Ejecutivo. Aunque distanciado de la actual conducción, el dirigente Pablo Moyano anunció que marchará, dando señales de una posible reactivación de los sectores más combativos del sindicalismo.
Las consignas que acompañarán este año la marcha sintetizan el drama de millones, desempleo, pobreza estructural y desmantelamiento del Estado. Frente a un Gobierno que desoye los reclamos sociales y avanza con políticas de exclusión, la unidad en las calles busca transformar el hartazgo en organización y en presión concreta para que la dirigencia sindical de un paso más y convoque, finalmente, al paro general.
La convocatoria del 7 de agosto no será un hecho aislado, sino parte de un proceso más amplio de acumulación de fuerzas frente al creciente malestar social. La caída del poder adquisitivo, la retirada del Estado y la pérdida masiva de empleos han generado un clima de tensión que atraviesa a todos los sectores populares.
Mientras el Gobierno sigue adelante con su agenda de ajuste y endeudamiento, crece la presión desde abajo para que las centrales sindicales asuman un rol más activo en la disputa. La calle, una vez más, aparece como el escenario central donde se expresa el rechazo a un modelo que deja afuera a las mayorías.