La Corte blindó la causa ante reclamos internacionales
El máximo tribunal no evaluó el expediente, solo rechazó el planteo de la defensa de la expresidenta y defendió la causa ante las acusaciones de inconsistencias.
Tras el fallo de la Corte Suprema que ratificó la condena contra la expresidenta, miles de manifestantes coparon Plaza de Mayo y marcharon a su casa en Recoleta. La protesta unificó reclamos por salarios, jubilaciones y contra la “proscripción política”.
12/06/2025 - 00:00hs
La ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema desató una ola de movilizaciones en distintos puntos del país. En la Ciudad de Buenos Aires, la protesta comenzó frente al Congreso y se trasladó a Plaza de Mayo con miles de manifestantes que expresaron su repudio al fallo judicial y también su rechazo al ajuste económico del gobierno de Javier Milei.
La jornada combinó reclamos políticos, sociales y gremiales. Desde temprano, trabajadores del Hospital Garrahan, jubilados, científicos, agrupaciones estudiantiles y sindicales como ATE, CTA y la UTEP se unieron para exigir mejoras salariales y denunciar la desfinanciación del sistema público. La movilización incluyó una intervención artística con almohadones y simulacros de RCP para visibilizar la situación crítica de la salud pública. “Estamos por debajo de la línea de pobreza”, denunció Camila, licenciada en Enfermería.
Por su parte, agrupaciones peronistas como La Cámpora y el Movimiento Evita se hicieron presentes junto a militantes autoconvocados. A media tarde, muchas columnas se dirigieron a la casa de Cristina Kirchner en Recoleta, donde se organizó una vigilia masiva. Desde Avellaneda llegó una nutrida delegación de militantes que se sumó al clamor de “basta de persecución política”.
La protesta volvió a poner en evidencia que el conflicto social se profundiza y que el fallo contra Cristina unificó reclamos diversos en una misma consigna: defender los derechos conquistados.
Diario Hoy mano a mano con el padre “Paco” Olveira
Desde Plaza de Mayo, el padre Paco Olveira participó de la movilización en apoyo a los trabajadores del Garrahan y a los jubilados, y al hablar con diario Hoy denunció que este miércoles hubo “un Congreso sitiado, lleno de gendarmes, como en dictadura”. Además advirtió sobre la situación social: “Ya no convivo con pobres, convivo con indigentes”.
El sacerdote también se refirió al rol del Estado: “Decidieron no entregar ni fideos ni carne. El cariño lo pone la gente de los barrios, sobre todo las mujeres”. Y recordó: “Cuando Néstor llegó había 60% de pobreza y terminó en 20%. Después todo volvió al revés”. Por eso, concluyó: “Con Cristina se estaba mejor en los comedores”.