POLÍTICA

Procesaron a Lagomarsino como partícipe necesario de la muerte de Nisman

El técnico informático fue considerado responsable penal de homicidio simple agravado por el uso de armas. Asimismo, fueron imputados los cuatro custodios del fiscal por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público

El juez federal Julián Ercolini procesó ayer al técnico informático Diego Lagomarsino como partícipe necesario del asesinato del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman. El asesor en temas informáticos reconoció en más de una oportunidad ser el dueño del arma de la que salió el disparo que mató al exfuncionario judicial, aunque siempre sostuvo que Nisman se la había pedido prestada un día antes de aparecer muerto en su departamento de Puerto Madero. 

Asimismo, en la causa caratulada “Lagomarsino, Diego Ángel y otros sobre averiguación de delito. Damnificado: Nisman, Alberto”, el magistrado procesó a los cuatro custodios del fiscal al momento de su muerte: Rubén Fabián Benítez, Néstor Oscar Durán, Luis Ismael Miño y Armando Niz.

Con respecto de la participación de Lagomarsino en el fallecimiento del funcionario judicial, Ercolini señaló que el técnico informático “efectuó un aporte esencial para que la acción de matar propiamente dicha pudiera llevarse a cabo ello, dado que proporcionó el arma de fuego utilizada” para concretar el supuesto homicidio. 

El magistrado destacó que el arma estuviera registrada a nombre de una persona en particular que se encontraba estrechamente relacionada con la víctima, porque “se vincula directamente con la intención del o de los autores materiales de disimular la muerte violenta de Nisman en un suicidio”. Además, descartó que el fiscal necesitara que le prestaran un arma, recordando “que (Nisman) vivía en el piso 13 de un edificio”. 

“Especiales circunstancias”

“Los aportes realizados por Lagomarsino a los autores materiales del hecho se desprenden claramente del aprovechamiento de la situación de privilegio que tenía con respecto a la víctima”, destacó el juez, y entre esas “especiales circunstancias” señaló “el acceso a la información relativa al círculo íntimo del fiscal: su domicilio, cómo se encontraba ese fin de semana y la facilitación del ingreso a la finca”. La información “privilegiada” que tenía el técnico informático habría sido esencial para que los autores materiales del supuesto crimen tuvieran éxito, señala el expediente. 

Por otro lado, los cuatro custodios fueron procesados como coautores penalmente responsables de la muerte de Nisman. También fueron acusados del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y, además, a Benítez, Miño y Niz se los señala por encubrimiento agravado. “Se comprobó que los custodios en cuestión violaron los deberes que tenían a su cargo al haber incurrido en distintas conductas omisivas consistentes en no realizar el acto de la forma en que estaba prescripto por la norma”, manifestó Ercolini. 

Embargo y prohibición

Mediante esta resolución, Lagomarsino quedó procesado como penalmente responsable de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en calidad de partícipe necesario, fue embargado en 15 millones de pesos y sus cuentas bancarias fueron inmovilizadas y congeladas. Asimismo, Ercolini ordenó mantener las siguientes medidas: que el técnico continúe siendo monitoreado por tobillera electrónica, con prohibición de salir del país, que no se puedan expedir pasaportes a su nombre, que no pueda alejarse de su domicilio por más de 24 horas sin aviso y que deba presentarse ante la Justicia cada 15 días. 

“Si voy preso me termino de romper, porque no hay nada peor que un inocente preso, es una injusticia inmensa”, sostuvo el técnico informático al enterarse de que había sido procesado, asegurando que era una noticia “horrible”. “Me da terror ir preso por algo que no hice”, agregó, pero aseguró que tiene “fe, confianza y seguridad en que esto se va a aclarar”. 

 

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