Se trata de una empresa centenaria, ArreBeef, que cerró sus puertas a fines de febrero, lo que generó protestas masivas y una violenta represión. El intendente solicita la intervención de autoridades nacionales y provinciales.
La localidad de Pérez Millán, en el partido bonaerense de Ramallo, está que arde. Y es que el cierre del frigorífico Arrebeef, que funcionaba allí desde hacía un siglo, produjo una crisis que derivó en protestas multitudinarias y en la violenta represión por parte de la Policía. Superado por los acontecimientos, el intendente Gustavo Perié (Cambiemos) decidió pedir la intervención del gobierno nacional y provincial para resolver el conflicto.
El 26 de febrero, el dueño del frigorífico, Hugo Borrell, anunció que la planta cerraría sus puertas para siempre. “Esta fábrica va a dejar de funcionar. No tiene marcha atrás”, dijo. A partir de allí se desató el conflicto.
El martes pasado por la madrugada, una dotación policial reprimió violentamente, con disparos de balas de goma, una manifestación de empleados de ArreBeef frente a la sede del Sindicato de la Carne, en reclamo de la renuncia de Luis Pérez, secretario general del gremio. Un grupo de manifestantes produjo luego algunos destrozos en la casa de Pérez, a quien acusan de complicidad con el propietario de la empresa.
Esa misma tarde, más de un millar de personas salieron a las calles a protestar por la represión a los obreros, y nuevamente la respuesta fue la represión, ya que los manifestantes fueron dispersados a fuerza de palos, postas de goma y gases lacrimógenos.
Pero el conflicto no terminó ahí. Las protestas siguieron y hasta ahora no se halló una solución al conflicto entre la empresa y los trabajadores que quedaron en la calle. Por eso, el intendente Gustavo Perié decidió recurrir a las autoridades nacionales y provinciales. Envió cartas a la ministra de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Mara Ruiz Malec, y al titular de la cartera laboral de la Nación, Claudio Moroni, para pedirles que intervengan.
“Motiva este pedido la preocupación por la ausencia de los organismos facultados para intervenir ante esta problemática y dar una inmediata solución al conflicto, evitando así el aumento de la incertidumbre e impidiendo que una posible escalada de situaciones cargadas de un malestar generalizado desencadenen en actos que atenten contra las personas tanto física como materialmente”, explicó el jefe comunal en un comunicado.
El jueves, el tema de la represión de las protestas empezó a tratarse en el Concejo Deliberante de Ramallo, pero la sesión se vio frustrada cuando el bloque del Frente de Todos la abandonó ante, lo que los ediles consideraron, una actitud de “falta de respeto” por parte del concejal oficialista Cristian Cardozo.