Una “Morsa” en problemas

Política

03/09/2016 - 02:28hs

“El Rey de la efedrina” Mario Segovia declaró ante la jueza María Servini de Cubría y apuntó directamente contra Aníbal Fernández. Los vínculos del exjefe de Gabinete con la droga en la Argentina. Funcionarios K, en la mira

Pasa el tiempo y las causas judiciales en contra de la corrupción y el desfalco al Estado, cometidos durante la era kirchnerista, se acumulan. Ayer, trascendió que Mario Segovia, conocido como “El Rey de la efedrina”, declaró en forma secreta ante la jueza María Romilda Servini de Cubría e involucró en todo el entramado ilegal a importantes funcionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

El principal implicado en los dichos de Segovia es el exjefe de Gabinete, Aníbal “La Morsa” Fernández, quien, según el declarante, sería la persona detrás de todas estas maniobras ilegales que se generaron para importar el precursor químico, alegando que se hacía para fines medicinales, cuando en realidad la misma era derivada hacia diferentes cárteles narcos mexicanos.

Según trascendió desde Tribunales, Fernández habría quedado muy mal parado por las declaraciones de quien se encuentra condenado desde 2012 a catorce años de prisión por contrabando de efedrina, con lo que desde el juzgado de Servini de Cubría se estarían preparando diversos operativos y certificación de datos para avanzar en la investigación sobre el excandidato a gobernador bonaerense.

En sus palabras, Segovia habría aseverado que el expresidente del club Quilmes elaboró una serie de acciones para permitir, a través de la omisión y la permisividad, todo un accionar ilegal en el contrabando y posterior venta de efedrina a bandas narcos, convirtiendo el territorio argentino en una presa codiciada por el narcotráfico internacional. 

Complicados

Desde la defensa del detenido se divulgó que Segovia esperaría a ver cuál es el avance que la Justicia llevará adelante en los datos que él brindó en su declaración. A partir de ahí, saldrá con los tapones de punta contra quienes califica como los ideólogos del fabuloso negocio de los medicamentos truchos, que sirvió para financiar campañas políticasdel Frente para la Victoria.

Las afirmaciones del “Rey de la efedrina” van en consonancia con lo que anteriormente había declarado ante la misma magistrada el acusado de ser el cerebro del Triple Crimen de General Rodríguez, Ibar Esteban Pérez Corradi, quien había señalado que La Morsa era “el jefe y la mente” en el tráfico del precursor químico.

Pero Fernández no sería el único exfuncionario K imputado por los dichos de Segovia, sino que también estarían mencionados el extitular del Sedronar, Ramón Granero, y los hermanos Rubén, Miguel y Luis Zacarías, quienes trabajaron por años en el área de ceremonial de la Casa Rosada, muy cerca de Néstor y Cristina Kirchner, y que aparecen mencionados en decenas de escuchas telefónicas tratando de facilitar la obtención de la efedrina de manera ilegal. 

Intrincado panorama el que atraviesa por estas horas Aníbal Fernández, quien en su paso por la función pública no hizo más que sumergir en un letargo la lucha contra el narcotráfico, lo que llevó a que la droga avanzara con un alto grado de impunidad y corrupción, instalando el riesgo de que la Argentina se convierta en un narcoestado.

Vínculos mafiosos

Desde el mismo momento en que el caso de la mafia de la efedrina salió a la luz, se pudieron conocer detalles de todo un accionar que, bajo el amparo de diversos funcionarios kirchneristas, permitía importar el precursor químico de China e India para luego exportarlo desde nuestro país hacia México. De este modo, los grandes cárteles narcos podían elaborar éxtasis, entre otras drogas sintéticas.

Según consta en la investigación judicial, son crecientes las aseveraciones de los detenidos de que Aníbal Fernández, los hermanos Zacarías y Ramón Granero, habrían orquestado “toda una red mafiosa” para beneficiar el turbio “negocio de la droga y su fabricación en la Argentina”, consolidando de esa manera la libre circulación del narcotráfico internacional en suelo argentino.

Uno de los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, Martín Lanatta, declaró en su momento ante la jueza María Servini de Cubría que ellos por su cercanía con el exjefe de Gabinete, “tenían acceso directo a lo más alto del poder”, consiguiendo de esa manera “toda la efedrina que querían para exportar a México”.

Connivencia y cooperación con el delito

En su paso por el poder durante el gobierno kirchnerista, Aníbal Fernández siempre fue mencionado en la Justicia como el eslabón central de una cadena que habría permitido la entrada de los grandes cárteles narco para funcionar de lleno en nuestro país.

El caso de la importación y luego venta a México de efedrina fue el más famoso por la facilidad de su entrada y salida del país. Estando a cargo de las fuerzas de seguridad en nuestro país, la Argentina pasó de importar 1,5 toneladas a 16 toneladas de efedrina por año, y esto se hizo, de acuerdo a lo que consta en varias causas judiciales, con la “complicidad” del funcionario K, que miró para otro lado y poco hizo para detener el flagelo de la droga en territorio nacional.

A lo largo de todo el juicio oral por el Triple Crimen de General Rodríguez, se mencionó recurrentemente a un personaje oscuro que manejaba todos los hilos desde las sombras, conocido como “La Morsa”, y según Martín Lanatta, uno de los detenidos por los asesinatos de Sebastián Forza, Leopoldo Binna y Damián Ferrón, esa persona era el exjefe de Gabinete.

No solo con la efedrina quedó complicado Fernández, sino que también son crecientes las sospechas que pesan sobre él por su inacción manifiesta para detener el ingreso al país de las drogas GBL, o éxtasis líquido, y cloruro de etilo o lanza perfume. 

Estos precursores químicos, que estaban prohibidos pero fueron habilitados por una resolución oficial, sirven para fabricar dos de las drogas del momento y se importan cientos de toneladas al año.

Así, entre 2007 y 2015, entraron más de 1.700 toneladas de estos estupefacientes a la Argentina: solo de GBL ingresaron 750 en 2014, mientras que de cloruro recalaron 250 .

Denuncias de antaño

En un informe realizado en el año 2009 por la diputada nacional por la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, denominado Narcotráfico y crimen organizado. Vinculaciones gubernamentales, políticas y comerciales, ya se mencionaba con datos concretos los supuestos vínculos que tendría Aníbal Fernández con el oscuro mundo de la droga y las bandas narco.

La chaqueña aseguró en dicho escrito que mientras el exjefe de Gabinete K “fue el responsable de las fuerzas de seguridad en nuestro país, el narcotráfico se incrementó sin cesar, modificó su rol, se territorializó, y la Argentina pasó de ser estrictamente un país de tránsito a proveedor de sustancias químicas. Ahora es evidentemente productor y eso sí que es una novedad. Aníbal lo hizo”.

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