YPF: a confesión de partes…

Política

02/03/2014 - 07:31hs

Por primer vez en mucho tiempo, CFK defendió la privatización de YPF en los´90. Un negociado infame que se profundiza con los más de 5.000 millones de dólares que el gobierno le regalará a Repsol

Como era de esperar, el infame acuerdo que hizo el gobierno nacional con Repsol. La empresa española que saqueó y vació YPF, no podía estar ausente en el discurso de la presidenta Cristina Fernández ante la Asamblea Legislativa. Lo llamativo fue que CFK, por primera vez en mucho tiempo, justificó la privatización de la petrolera estatal orquestada en los años ´90, durante el menemismo.

"Esto tiene una larga historia, que comienza con una deuda que la Nación tenía con las provincias petroleras por regalías mal liquidadas", recordó la primera mandataria, para agregar que el entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, conservó las acciones "clase B" que le entregaron a las provincias productoras, porque "quería llegar al 5 por ciento (del paquete accionario total de YPF) que le autorizaba a tener un director" y, en consecuencia, participar de las decisiones de la empresa.

En ese sentido, indicó que "para las provincias petroleras, la privatización, no la desnacionalización, había sido un buen negocio", ya que "teníamos asegurado el ingreso de las regalías y las utilidades de la empresa".

La realidad es que fue por obra y gracia del kirchnerismo que la petrolera estatal, que hasta ese momento era un modelo a seguir y garantizaba el abastecimiento energético y de combustibles, fue privatizada. Y también fue gracias a los K que Repsol tomó el control de la compañía en 1998, con el resultado que todos conocemos: en más de una década, la petrolera fue saqueada y, por la falta de inversiones, quedó con mucho menos reservas de gas y petróleo.

La venta de los bonos de clase B que dice la Presidencia le permitieron al entonces gobierno de Santa Cruz amasar unos 500 millones de dólares, que fueron girados al exterior. La primera mandataria afirmó que esos recursos, principalmente los intereses, constituyeron un fondo anticíclico para hacer obras. La realidad es muy diferente ya que el kirchnerismo jamás rindió cuentas del destino de ese capital, el destino del dinero está envuelto en un cono de sombras y las investigaciones judiciales que se iniciaron quedaron en la nada por las presiones del poder político.

El kirchnerismo, que permitió la privatización, ahora es artífice de una recompensa de 5000 millones de dólares -llegarán a los 10 mil millones con los intereses de los bonos que se emitirán para financiar la operación- que llenarán las arcas de una empresa que le hizo perder a la Argentina su soberanía energética. Así se cierra el círculo de la corrupción.

“Lo que hizo la presidenta fue un sinceramiento: hoy (por ayer) quiso hacer una defensa de la privatización, cuando todos sabemos que fue un gran lastre”, le dijo a Hoy Félix Herrero, un economista y jurista que fue director de Yacyretá durante el último gobierno de Juan Domingo Perón.

También cuestionó la mención que hizo la presidenta a la compra que hizo YPF de la empresa norteamericana Apache. “Esta firma es la primera que invirtió en fracking, la técnica que se usará en Vaca Muerta. Pero Apache, al igual que resto de las grandes petroleras del mundo, está abandonando el fracking porque no les resulta rentable y no les genera dividendos suficientes. YPF, de esta manera, deberá emprender una actividad que le generará perdidas, con costos altísimos y con la posibilidad de una enorme contaminación”, concluyó Herrero. 

Defender lo indefendible 

La presidenta Cristina Fernández defendió la participación del ministro de Economía, Axel Kicillof, en la negociación con Repsol y afirmó que "nunca dijo que no se le iba a pagar nada". "El día que se anunció lo de YPF se anunció la expropiación y no hay expropiación si no hay indemnización; lo que él dijo es que no íbamos a pagar lo que ellos querían", afirmó la presidenta en su discurso ante la 132 Asamblea Legislativa. La realidad es que Repsol exigía 10 mil millones de dólares y, con los intereses que se pagarán a partir del acuerdo, los españoles terminarán recibiendo esa cifra.

En ese contexto, como si fuese un chiste,  CFK dijo que Kicillof "peleó como un león" y se permitió una humorada: "Chiquito pero cumplidor", refiriéndose a la envergadura física del ministro.

Por su parte, Kicillof, resaltó ayer el acuerdo que se alcanzó con Repsol por la expropiación de su participación en YPF y afirmó que el país se quedó  "con un activo estratégico que les cambia el futuro a los argentinos".

El jefe del Palacio de Hacienda defendió la forma de pago que se definió al advertir que "lo que hubiera sido muy oneroso es pagar 5.000 millones en efectivo".

El ministro de Economía agregó que desde que el Estado se hizo con el control, la petrolera "recibe inversiones extranjeras y tuvo en dos años un desempeño que alcanza para decir que pagamos barato".  No se lo creyó  ni él.

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