Audaz robo a una confitería de City Bell

Un local céntrico de City Bell fue atacado ayer a la madrugada por un grupo de delincuentes, que se alzó con la caja fuerte en cuyo interior había una gran cantidad de dinero. Consumado el ilícito, se dieron a la fuga con rumbo desconocido.

Fuentes policiales indicaron que todo tuvo lugar en una panadería y confitería emplazada en la zona de Cantilo y 15 a, a unas cuatro cuadras de la comisaría Décima. Los hampones, quizás tras hacer previamente un trabajo de inteligencia, decidieron cometer el atraco cuando el comercio ya estaba cerrado al público.

Se acercaron hasta allí y, sin llamar la atención de nadie, forzaron un portón y rompieron dos candados, ganando así el interior. A continuación, sustrajeron el VDR (la memoria de las cámaras de seguridad) y siguieron adelante con su plan, sabiendo que sus movimientos no estaban siendo registrados.

De esta manera, enfilaron hacia el sector donde se encuentra la caja fuerte que, aunque era pesada, no estaba amurada. Dentro, y de acuerdo a los voceros consultados por Trama Urbana, había una gran suma de efectivo, aunque no se especificó el monto exacto.

Con el botín asegurado huyeron y hasta el cierre de esta edición nada se sabía de ellos, pese a la denuncia radicada en la seccional de la jurisdicción. Los vecinos, indignados, señalaron: “City Bell, como tantos otros lugares de La Plata, es zona liberada. La Policía sabe muy bien lo que pasa”.

En pleno centro platense

En tanto, a plena luz del día un solitario malviviente sustrajo ayer una moto que estaba estacionada en plano centro, más precisamente en diagonal 73 entre 57 y 10. Aprovechó que el dueño del rodado lo había dejado por unos segundos en marcha y con las llaves puestas, y se lo llevó antes de que alguien advirtiera la maniobra.

Parte del robo quedó registrado en una cámara de seguridad de la cuadra, que ahora está siendo analizada por los agentes de seguridad. Sin embargo, ni siquiera así la autoridad logró dar con el implicado, y por el momento se mantiene prófugo.

“Estamos cansados de vivir así: de día y en el centro, roban igual. Los chorros pasan por las narices de la policía, y no hacen nada. Son un espanto”, se quejó un frentista, y otro sentenció: “Cambian los comisarios cada dos por tres, pero la inseguridad es la misma. Vamos a tener que empezar a armarnos nosotros”.